La Asociación Nacional de Empresas Estibadoras y Consignatarias de Buques (Anesco) hizo ayer un nuevo llamamiento al diálogo para lograr un acuerdo que satisfaga a todas las partes, al tiempo que reiteró su denuncia ante las «huelgas encubiertas que --según la patronal del sector-- se vienen produciendo ya en los puertos», por lo que reclamó el cese inmediato de estas medidas de presión, que considera «ilegales», a pocos días de que comiencen los paros convocados contra el decreto de la estiba del Gobierno.

Esta nueva denuncia de la patronal se da a tres días de que empresas y trabajadores vuelvan a la mesa de negociación en busca de un acuerdo, confirmó ayer Joaquín Pesudo, representante del colectivo de trabajadores en Castellón, en cuyo puerto se ha visto ralentizada la actividad en algunos tramos horarios, según señalaron fuentes portuarias.

EN MADRID // Una delegación de trabajadores de Castellón viajará el lunes a Madrid para participar en la reunión sectorial en defensa de sus derechos laborales. El martes acudirán a una asamblea de delegados, donde tratarán de perfilar estrategias y aunar criterios cara a las medidas de presión que prevén realizar.

La situación preocupa especialmente a sectores como el azulejo, ya que el 70% de las ventas al exterior se produce por vía marítima. Solo en 2016 las exportaciones del sector alcanzaron los 2.570 millones de euros y se vendieron a cerca de 190 países, según datos de la patronal Ascer, cuyo presidente, Isidro Zarzoso, se mostró muy preocupado.

A su juicio, «solo el anuncio de paros tiene ya un efecto negativo para la exportación española y no se debe perder de vista que la exportación está siendo en estos momentos la base de la recuperación económica de la provincia y del país», según Zarzoso.