Pase lo que pase, siempre amanece. Aunque anoche hubiera nubarrones en tu vida y la mía. Después de 12 años, el Festival Internacional de Benic ssim, el FIB, ha sido en julio careta de presentación de muchos informativos del mundo. Dicen que al trasladarse al mes de julio, la afluencia de público joven ha sido mayor, más de 40.000 participantes, también con los llamados actos paralelos, incluidos teatro y danza, así como provocadoras exposiciones. A todos nos ha latido más fuerte el corazón estos días mágicos de julio, con la más variada y explosiva exhibición de música que pueda imaginarse. Aún se oyen los ecos, aún retumban algunas consecuencias de ciertos hechos.

Y dicho eso, quiero recordar que la ventaja de mi empeño veraniego de ir construyendo castillos en la orilla del mar, entre el Torreón y el Voramar, es mi aproximación visual a ese punto del horizonte donde los viejos vapores me envían su humo cargado de perfumes y noticias. Y entro en contacto con seres humanos de este y otro tiempo, que se convierten en capítulo o epígrafe destacado de la historia de mis días vividos y mis noche soñadas.

Pepe Catal es hijo de aquella querida y admirada locutora de la emisora EAJ-14 Radio Castellón de los años 50 y 60, Carmen Alcón y del exquisito poeta funcionario en su tiempo de la Caja de Ahorros, Rafael Catal , que popularizó su poemario entre la élite de la provincia, con el aliento de la Sociedad Castellonense de Cultura. El hermano de Pepe, Rafael, lució su sensibilidad y su arte al servicio de la pintura.

Pepe y su mujer, Pili Alonso, viven en Benic ssim, a cuyo término consideran un balneario de octubre a mayo. Y recuerda como yo, sus días vividos y todos sus afanes profesionales. Y con ellos va formando un interesante diario, una de cuyas copias acaba de llegar a mis manos. Seguramente se convertirá en libro para todos a través de una edición que afrontará el Ayuntamiento de Castellón. Son sus experiencias en Radio Castellón, en Radio Barcelona, en Radio Madrid y en sus múltiples actividades como presentador de "caras al público", de festivales y como doblador de películas, poniendo su voz a los actores famosos y populares de otras procedencias.

Catalá habla en su memorias de aquellos años con Maruja Oliveras y con

Chencho, con Emilio Pérez, Loren y el señor Castelló, Cuc i Peret, también recuerda a Víctor Agramunt, que triunfó en Madrid en ese mundo mágico de la radio y del doblaje de películas.

Dedica un capítulo a aquel programa que nos embrujó en su tiempo, Cabalgata fin de semana, que presentaba el mítico Boby Deglané con sus guiños peculiares, que enamoraban a los oyentes. Y de quien le sustituyó como icono para las jovencitas de los 70 y 80, José Luis Pécker. Aunque es en Barcelona donde pasó sus primeros 10 años de ausencia de Castellón, ingresando como locutor y actor en aquella grandiosa Radio de Barcelona, donde descubrió a un personaje antes y después popularísimo como Rafael Soler Serrano, creador extraordinario de Esta es su vida.

En el fondo pienso que es muy hermoso desear buen viaje a quien se va de casa, paro volver contando historias tan fascinantes. Me hace recordar las primeras estrofas del poema de Cavafis: "Que sean muchas las mañanas de verano en que llegues --¡con qué placer y alegría!-- a puertos antes nunca vistos". Son mis deseos.