Varias barcas de pesca de la provincia (al menos dos del Grao) se han visto obligadas a tirar atunes al mar, después de que hayan muerto, como puede verse en el vídeo que acompaña la noticia, que corresponde a una embarcación del puerto de Castellón. Lo han hecho después de capturarlos accidentalmente (iban en busca de otras especies de pescado) y debido a la imposibilidad de venderlos en la lonja.

El motivo es que el Ministerio solo autoriza a dos barcas de la provincia a pescar atún, mientras el resto están vetadas. Solo embarcaciones de artes menores pueden vender atún en la lonja si lo capturan de manera fortuita, pero los requisitos hacen prácticamente imposible que puedan llevarlo a cabo, denuncian desde la Federación provincial de cofradías.