Los casos de corrupción política en los tribunales irrumpieron ayer en el pleno de la Diputación de Castellón con un debate en el que, entre otras cuestiones, se visibilizó cómo el PP se desmarca de Ciudadanos (Cs), formación con la que la sintonía había sido mayor hasta ahora, de manera que se dejó sentir el ambiente preelectoral en el que los partidos viven ya cara al 2019.

tres mociones // Por un lado, salió adelante la propuesta del PP con sus votos y, en este caso sí, también de Cs, de pedir que se despolitice el Consell Jurídic Consultiu (CJC) a tenor de la polémica suscitada por la permanencia en el órgano del expresidente de la Generalitat, Francisco Camps, por su vinculación a casos de corrupción política. Por otro, el grupo popular rechazó en solitario apoyar la moción que instaba a Camps a renunciar a su actual puesto en el CJC que presentaron de forma conjunta y, por tanto, respaldaron Compromís, PSPV, Castelló en Moviment (CSeM) y Cs.

Ambos puntos llevaron a un debate áspero, en el que los portavoces de la oposición, Toni Lorenzo (PSPV), Pau Ferrando (Compromís), Cristina Gabarda (Cs) e Iñaki Vallejo (CSeM), argumentaron la necesidad de que Camps deje su cargo, y la popular Elena Vicente-Ruiz reprochó a todos y especialmente a los socialistas sus «lecciones de moral».

Sin embargo, fue en la discusión sobre la moción de Cs para que los partidos tengan responsabilidades subsidiarias en casos de corrupción, rechazada, cuando el vicepresidente popular Vicent Sales aseguró que Gabarda, con la que fue especialmente duro, les quiso «colar» 450 euros en dietas por un viaje a Gavà a «un acto del partido», que no se le pagaron. La portavoz de Cs, quien aportó después un documento en el que se refleja que fueron 450 kilómetros y 85 euros, que no cobró, por lo que espera que Sales «se disculpe». Antes, Gabarda llegó a cuestionar quien paga los viajes del presidente Javier Moliner, quien intervino para reprochar las «acusaciones sin fundamento» proferidas.