Las viviendas que estén construidas en suelo calificado como no urbanizable en el nuevo Plan General Estructural de Castellón podrán regularizar su situación a través de planes especiales de minimización de impacto. Una nueva figura jurídica que contempla la Ley de Ordenación del Territorio, Urbanismo y Paisaje (Lotup) de la Comunitat. Esta normativa es clara para los núcleos de vivienda consolidados con cierta densidad -como los detectados en la Marjaleria o Mestrets-, y no tanto para casas aisladas. ¿Cuándo se puede considerar núcleos consolidados? Cuando haya, como mínimo, tres viviendas construidas en una misma hectárea, según explicaron ayer los técnicos de urbanismo durante la segunda y última reunión divulgativa del Plan General Estructural que está en exposición pública hasta el 21 de marzo. En estos casos, los propietarios pueden unirse y presentar el plan, que deberá aprobar la Conselleria. A través del mismo, se establecerán las medidas que reduzcan el impacto territorial de las construcciones y dotar de servicios básicos comunes las casas. Tras ello, el Ayuntamiento podrá concederles la cédula de habitabilidad y regularizar así su situación. En el caso de viviendas aisladas en suelo no urbanizable se está estudiando la posibilidad de poder acogerse a la misma fórmula, aunque el caso es más complejo, al no estar contemplado en la Lotup.

Este último fue uno de los casos particulares planteados por uno de los asistentes a la reunión celebrada ayer por la tarde en el centro cultural La Marina; con una casa construida sobre suelo rústico. En su misma situación hay decenas e casas en la Marjaleria. «El objetivo es que las viviendas construidas se mantengan, a no ser que estén una situación de ilegalidad manifiesta», argumentaron los técnicos de urbanismo.

infraestructura verde // Entre el medio de centenar de asistentes, destacaron las cuestiones de la zona de la marjal, sobre la necesidad de calificar como histórico el Camí Fondo (que partió de la asociación de vecinos con el mismo nombre), la protección de la red de acequías (que reivindicaron los vecinos de la Marjaleria) o el futuro del aeroclub, del que solo se dijo que será suelo terciario, manteniendo el uso público.