Cerco a los ladrones de fruta en Castellón. La Policía Autonómica de la Generalitat ha inspeccionado en dos semanas 129 fruterías y 57 mercadillos ambulantes de Castellón, y ha confiscado 600 kilos de fruta y hortalizas robadas. Además, en las inspecciones sorpresa, efectuadas entre el 6 y el 28 de octubre, han detectado otros 45.600 kilos de productos hortofrutícolas de dudosa procedencia, que han quedado inmovilizados, a la espera de comprobar cuál ha sido su recorrido, desde el campo hasta el distribuidor, según Gobernación.

Los agentes han encontrado irregularidades en 13 de las fruterías revisadas. Pero en la lucha sin cuartel contra los robos en el campo no se ha dado tregua, sobre todo, a los mercados ambulantes, que suponen puntos calientes de la compraventa de este tipo de mercancía, según los agricultores. En el operativo se han controlado 57 mercados en 26 municipios, incluida la capital, en los que han identificado a 171 personas y controlado 42 vehículos en los que se transporta el material, y donde, en ocasiones, se realizan directamente las ventas.

CONTROL // El dispositivo de control a los puntos de venta al detall arrancó a principio de octubre, con 100 agentes operando de norte a sur de la Comunitat. Hasta el día 28 la Policía de la Generalitat localizó casi 46 toneladas de fruta de dudosa procedencia. Fuentes de Gobernación explican el procedimiento, que nace de “controles sorpresa en tiendas de barrio, franquicias, supermercados y puestos en la calle, tras denuncias o sospechas de agricultores o consumidores, donde los agentes solicitan información de la procedencia de la fruta, dispositivos Data de seguimiento, permisos y licencias de venta; peinando los mercados ambulantes e interviniendo la fruta dudosa”.

Los agricultores agradecen la presión policial en el campo, en lo que llaman una “lacra”, y alertan de la “proliferación de negocios ilícitos que crean un mercado de compra y venta que debe pararse”, según Ramón Mampel, presidente de la Unió de Llauradors. Mampel apuesta por “un control sin tregua”, aunque dice que “se está trabajando en una buena línea, con coordinación entre las policías y los agricultores, y el inicio de una cultura de la denuncia, que es cosa de todos”. H