Los líderes políticos andan con la calculadora en la mano para desgranar cuál es el nuevo escenario que se presenta en Castellón si finalmente se produce en los próximos meses el cambio en la Ley Electoral que propone Mariano Rajoy para que el alcalde más votado sean quien gobierne en las municipales del 2015. Todo apunta a que Rajoy tiene cada vez más claro que va a sacar adelante su propuesta de elección directa de los alcaldes, lo apoye o no el PSOE, y de confirmarse, teniendo en cuenta los resultados del 2011, el PP mantendría en la provincia todos sus actuales feudos --gobierna en más de un centenar de pueblos-- y ganaría alcaldías como Vila-real o Moncofa.

En estos momentos, la idea de Rajoy es que el alcalde sea el número uno de la lista municipal más votada, siempre y cuando supere el 40% del escrutinio. Con esta norma, el PP no tendría ningún problema en recuperar la alcaldía de Vila-real, puesto que fue la candidatura más votada, muy por encima de la del PSOE (12 concejales por ocho).

Siempre según los resultados del 2011, otro de los municipios que arrebataría a los socialistas es Moncofa, donde los dos partidos mayoritarios obtuvieron seis concejales, pero el PP sumó el 46,9% de los votos por el 40,4% del PSPV. En otros tres municipios en los que no se gobierna con mayoría absoluta, Torreblanca y Borriol seguirían siendo del PP, y les Alqueries, socialista. Falta saber qué sucedería en otros ayuntamientos con pactos en los que el alcalde no sumó el 40%, como l’Alcora y Betxí. En estos casos, se debería recurrir a una segunda vuelta.

Lo que es evidente es que de salir adelante la propuesta de Rajoy, el PP conservaría sin despeinarse alcaldías tan importantes como Castellón, donde una pérdida de apoyos podría suponerle la caída del gobierno local ante pactos de la oposición. Es lo mismo que ocurriría en la Vall d’Uixó y Almassora, donde la izquierda está a un concejal de arrebatarle al PP la mayoría absoluta. Por su parte, el PSPV-PSOE, amarraría bastiones como Morella, Vilafranca o Almenara, entre otros.

Otra de las evidencias es que, con la reforma que quiere aprobar Rajoy, los partidos minoritarios dejarían de tener la llave de gobierno en municipios como Vila-real, Torreblanca o les Alqueries. También frenaría la posibilidad de que Podemos decidiera alcaldías. Ayer, en Benicàssim, su portavoz, Juan Carlos Monedero, dijo que el PP está legislando contra su formación política, porque les “tienen miedo”.

A día de hoy, todo está en el aire. De hecho, el PP ni siquiera tiene la propuesta cerrada y son muchos los detalles que se desconocen. Lo que sí que está claro es que si Rajoy quiere, en mayo del 2015 habrá nueva Ley Electoral, ya que no necesita el apoyo de ningún otro partido en el Congreso porque le basta la mayoría absoluta con la que gobierna, y comenzando los trámites en septiembre tiene tiempo de sobra. Más informacion en pág. 35. H