Hoy arranca en Madrid un congreso nacional del Partido Popular (PP) en el que la presidenta del PP de la Comunitat Valenciana (PPCV), la castellonense Isabel Bonig, juega un pulso de poder clave con Génova cara a consolidar su posición y cerrar después sin fisuras el orden en su casa, en la Comunitat Valenciana. Desde Castellón, el presidente provincial, Javier Moliner, verá también respaldadas o no sus principales apuestas en el cónclave.

Lograr colocar nombres valencianos en la dirección nacional es un objetivo de Bonig para despejar dudas y escenificar el peso de la formación regional, segunda por militancia y granero de votos populares, después de la cruda decepción que supuso la ausencia de referentes de este territorio en el Gobierno de Mariano Rajoy, ampliada al resto de escalones de la administración central.

Es un dibujo similar al que muestra la nula presencia de castellonenses en Madrid, ya que Javier Moliner tampoco encontró eco alguno en Génova en su propuesta de situar en algún cargo nacional al secretario general del PPCS y diputado en el Congreso, el segorbino Miguel Barrachina.

También deberá pasar el corte del congreso el órdago valenciano en materia de financiación autonómica. El diputado castellonense en Les Corts Rubén Ibáñez será previsiblemente mañana, sábado, el ponente de una enmienda que desafía al PP nacional a aceptar criterios que no coinciden precisamente con los de otros barones territoriales.

En un capítulo clave de los planteamientos de la lideresa del PPCV, dar el mayor peso posible a las bases en las decisiones del partido, Bonig ha logrado ya el éxito a medias, al transaccionar sus propuestas y, finalmente, obtener el plácet a la posibilidad de que los congresos regionales y provinciales puedan ser asamblearios, en el sentido de que todos los militantes que lo deseen participen como compromisarios.

Para Javier Moliner será importante también el recorrido que logra en el cónclave su enmienda para defender la tercera urna para la elección directa de los presidentes de las diputaciones.

puesta en escena // Un elemento tradicional al que se pretende dar más amplitud en esta ocasión es la cena que mañana celebrarán los 378 compromisarios de la Comunitat Valenciana --47 de Castellón--, a la que se han sumado ya al menos 30 personas, de manera que serán más de 410 valencianos quienes pondrán imagen a la fuerza de esta delegación dentro del partido, que reúne un total de 3.128 delegados.

Tras esta cumbre nacional, llegará el congreso la regional --31 de marzo al 2 de abril--, en la que Isabel Bonig se presenta para la reelección con la competencia solo de otro posible candidato, José Luis Bayo, y, previsiblemente, saldrá elegida con un amplio respaldo la castellonense.

La siguiente cita será la provincial para finales de mayo o principios de junio y, en este caso, tampoco hay dudas razonables sobre la reelección como presidente provincial del Partido Popular en Castellón de Javier Moliner.