El Gobierno, a través de la Confederación Hidrográfica del Júcar, debe adecuar todos los embalses de la provincia al Reglamento técnico sobre seguridad de presas y embalses, según han reconocido a Mediterráneo fuentes de la CHJ. Al menos así sucede con los seis más importantes de los ocho del territorio castellonense: Arenós, Sitjar, María Cristina, Ulldecona, el Regajo y l’Alcora. Para llevar a cabo estas obras, la CHJ no tiene un calendario concreto, sino que irá llevando a cabo las actuaciones «cuando vayamos teniendo dinero», señalan las fuentes de la entidad. Y ello a pesar de que el reglamento al que se tienen que adecuar los embalses castellonenses es ¡de 1996!

Es decir, en casi 21 años, desde el Gobierno no se ha visto como prioritario adecuar los embalses castellonenses a la norma que regula su seguridad en España.

La noticia llega en el momento en que la Confederación ha sacado a información pública el proyecto para llevar a cabo esta adecuación en la presa de María Cristina. Tras la publicación en el Boletín Oficial del Estado, este proyecto está actualmente expuesto a los interesados y, tras ello, deberá ser aprobado. Una vez se logre esto, la CHJ podrá licitar las obras, para las que hay un presupuesto base de algo más de 18 millones de euros.

Pero el hecho de que tan solo falten un par de pasos para acabar la tramitación administrativa no significa que las obras se vayan a llevar a cabo en cuanto esta acaben. Las fuentes de la CHJ señalan que las actuaciones pueden llevarse a cabo después por fases «en función de la disponibilidad presupuestaria».

Y es que la adecuación de María Cristina (hay dos parcelas de particulares afectadas por las actuaciones) comprende diferentes tipos de obras. Quizás la principal sea la adecuación del aliviadero, pero también se deben ajustar a la legalidad los desagües de fondo; implantar un sistema de auscultación de la presa y el embalse (para escuchar posibles problemas); corregir las filtraciones; y construir tres caminos: uno para acceder a la coronación de la presa por el margen derecho, y dos, uno por cada margen, para acceder a los desagües de fondo, tal y como consta en el proyecto expuesto a información pública.

Desde la CHJ no pudieron precisar los medios materiales ni humanos que serán necesarios para llevar a cabo estas obras (y otras que también comprende el proyecto), ni el plazo para ejecutarlas. Sí especificaron que, para adecuar los desagües de fondo se esperará a que el embalse esté vacío, algo que suele suceder «normalmente entre enero y agosto», indicaron las fuentes.

¿y los demás? // En cuanto al resto de pantanos --en todos los antes citados «hay que llevar a cabo actuaciones de más o menos envergadura para adecuarlas al reglamento técnico», reconocen las fuentes--, desde la CHJ no pudieron concretar en qué momento de la tramitación se encuentran los proyectos, ni en qué pueden consistir las actuaciones futuras. Ni siquiera por qué se comienza por María Cristina y no por cualquier otro embalse.

Actualmente, las presas provinciales se encuentran en el mejor momento de los últimos años en cuanto a volumen de agua almacenada. Arenós incluso ha aumentado su capacidad en 20 hectómetros cúbicos tras la consolidación de las laderas.