Descendió de su vehículo oficial la consellera Isabel Bonig para recorrer la feria de productos con marca de los parques naturales y, de forma simultánea, salieron del edificio sindical una veintena de trabajadores afectados en la provincia de Castellón por el ERE de la empresa pública Vaersa. Ataviados con pancartas y megáfonos, los empleados reclamaron que los despidos se centren en los asesores del Consell y no en los empleados de la firma. “Los trabajadores de Vaersa nos sentimos como nuestros montes, quemados, abandonados y desprotegidos”, afirmó un representante sindical megáfono en mano a escasos metros de la comitiva oficial durante la media hora que duró la visita. El ERE afecta a 439 empleados de la firma pública, de ellos 46 desempeñan su labor en la provincia de Castellón.

Preguntada por los periodistas, la consellera Bonig insistió en que los despidos pretenden “reorganizar la empresa”. “Vaersa tiene 1.500 trabajadores, no solo de los parques, y el ERE afecta sobre todo a las encomiendas porque la Intervención establece que es recomendable acabar con las encomiendas”, al estar sujetas a tarifas por encima del coste real del servicio. H