El barco MT Fure Vinga es el primero propulsado por gas natural licuado (GNL) que ha atracado en el puerto de Castellón. Concretamente, lo hizo en la terminal de la planta de biodiésel de Masol en la dársena sur, cargado con 16.500 toneladas de granel líquido procedente de Indonesia.

Se trata de un buque de nueva construcción, con una eslora de 150 metros y una manga de 22,8 metros, informaron ayer fuentes de la Autoridad Portuaria.

El hecho de utilizar el GNL en lugar del habitual combustible se debe a las medidas anticontaminación de la Organización Marítima Internacional impulsadas recientemente, que exigen la reducción de las emisiones contaminantes. Ello ha conllevado un incremento en la aplicación del GNL como combustible de nuevas construcciones, ya que el gas licuado prácticamente elimina las emisiones de óxido de azufre y permite reducir un 86% las de óxido de nitrógeno y un 55% las de dióxido de carbono respecto a los registros del fuel pesado.

Los armadores del barco son la empresa sueca Furetank Rederi AB y la consignataria que lo atiende es Ibérica marítima Castellón. El sueco es el primero de una serie de seis buques cisterna de nueva construcción destinados al transporte de productos químicos, propiedad y operados por Furetank. Fure Vinga es el segundo buque propulsado por GNL de la compañía, tras el petrolero químico Fure West, que usa el GNL desde el 2015.