Ximo Puig dijo ayer que aspira a que el PSPV sea el partido más votado en un posible futuro gobierno de izquierdas en la Comunitat para así liderar el pacto que posibilite la estabilidad parlamentaria en Les Corts. Pero además, el candidato socialista a la Generalitat añadió que su aspiración es ganar en número de votos también al PP. En este sentido, Puig recordó que hace cuatro años estaban a 21 puntos de los populares, “y en estos momentos, los datos que tenemos es que esa distancia se ha reducido a 3,5”.

Hay que tener en cuenta que las encuestas no les están siendo nada favorables al PSPV-PSOE, y que una pérdida de votos que arroje un resultado por debajo de la derrota del 2011 dejaría en una posición muy débil a Puig para amarrar la Presidencia en caso de que el PP no tenga capacidad para seguir gobernando.

El también secretario general de los socialistas valencianos apuntó que va a hacer una campaña electoral, en parte, dirigida “a los votantes del PP que se han sentido estafados por ese partido. A esos valencianos honrados les digo yo que confíen en la opción segura que representa el PSOE”.

Preguntado durante la presentación de su libro El problema valenciano tiene solución por posibles pactos poselectorales con otras formaciones como Ciudadanos respondió que “no hay que satanizar a nadie” y que su partido hablará “con cualquier grupo político que quiera trabajar por esta comunidad”. “En estos momentos, lo que voy a intentar es que el PSOE sea la fuerza mayoritaria, porque es lo que le conviene a la Comunitat en un momento de crisis tan profunda”, añadió.

“GRAN CAMBIO” // Por ello, abogó por un “gran cambio” en la Comunitat, y añadió que “en ese cambio hemos de concertar todas las ayudas posibles, e intentar animar al conjunto de la sociedad valenciana a que cambiemos la política y la manera de mirar la propia comunidad”. “Al margen del nuevo gobierno lo fundamental es un pacto de los valencianos hacia dentro y hacia fuera”, manifestó. H