Los pronósticos se cumplieron. El alcalde de Morella, Ximo Puig, logró ayer alrededor de un 60% de delegados afines tras la culminación de las asambleas locales celebradas desde el pasado viernes en todos los rincones de la provincia. La asamblea de restos --enfocada a las agrupaciones más pequeñas-- aplazada al próximo sábado no variará la correlación de fuerzas, que deja al actual secretario general, Jorge Alarte, con una horquilla de apoyos de entre el 20 y el 25%, mientras Manuel Mata --referente de la corriente Izquierda Socialista-- araña un 10% de afines y el resto lo forman delegados que no se han decantado hacia uno u otro aspirante. Todo ello con la debida cautela porque el voto en el Congreso Nacional del PSPV-PSOE de finales de marzo será secreto y, por tanto, el factor sorpresa también juega.

Precisamente ese imponderable se dio en la asamblea de Onda. El senador Enrique Navarro se quedó fuera de la cita de Alicante. Iba de tres en la lista alartista que encabezaba el exalcalde Juan Miguel Salvador pero a última hora el sector afín a Puig presentó una candidatura alternativa y arañó el 20% de votos necesarios para lograr uno de los tres delegados en liza. Fuentes de la lista oficial atribuyeron el revés a un “exceso de confianza” de Navarro.

En el resto de asambleas no hubo sorpresas. En Morella Ximo Puig y María Rollo lideraron la única lista mientras, en Vilafranca, el diputado alartista Óscar Tena también hizo buenos los pronósticos. En Peñíscola, Pilar Diago decantará su voto previsiblemente hacia Manuel Mata. En Vinaròs se votó una única lista con tres partidarios de Puig.

El castigo a la gestión de la Ejecutiva Nacional que lidera Alarte reflejado en la asamblea de Castellón --donde salieron 100 papeletas en su contra por sólo 28 a favor-- se repitió ayer en varios municipios. En Peñíscola censuraron su gestión todos los militantes mientras en Vinaròs el rechazo llegó al 78%.

Como ya informó ayer Mediterráneo, la asamblea más controvertida se celebró en Castellón, donde sus militantes votaron en clave local y el sector oficialista de Amparo Marco (SoCa), Pep Lluís Grau (parte de la familia nacionalista) e Izquierda Socialista salió derrotado por 75 a 79 frente a los críticos. Puig logró 6 delegados, Alarte 2 y Mata otros 2. Grau, por tanto, sale aún más debilitado y se antoja difícil que revalide la secretaría general en el próximo congreso local.

En la Vall d’Uixó los delegados se los repartieron Puig y Alarte; mientras en Burriana, Benicarló, Almenara, Altura y Benicàssim apoyaron al alcalde de Morella. Las cartas están sobre la mesa. H