El president de la Generalitat, Ximo Puig, situó ayer la mejora de la calidad y la innovación como dos objetivos estratégicos para el sector turístico, al tiempo que anunció ayudas al sector hotelero de 10.000 euros para ampliar los contratos de 6 meses a 9, como mínimo, y que este incentivo sirva para avanzar en el reto de la desestacionalización de la actividad.

Puig hizo este anuncio ayer, en el transcurso de la segunda sesión de la feria internacional de turismo Fitur en la que se celebraba el Día de la Comunitat. Fue una jornada en la que las diferentes delegaciones protagonizaron leoninas jornadas de trabajo.

La iniciativa del Consell en esta medida supone una inversión de 10 millones de euros y servirá para ampliar la duración del empleo de 1.000 trabajadores durante un periodo de tres años.

Puig realizó un largo recorrido por las seis grandes marcas valencianas que se promocionan en el pabellón autonómico en un día que congregó a una nutrida representación institucional, con asistencia, entre otros, del presidente provincial,Javier Moliner, o la alcaldesa de la capital castellonense, Amparo Marco.

Acompañado de la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, el president volvió a insistir en la necesidad de desestacionalizar el turismo, y aprovechar esta ampliación de la actividad turística en el tiempo «para fortalecer un pilar fundamental: el capital humano». «Debemos generar --subrayó-- alternativas de trabajo no precario para que las personas empleadas en turismo se sientan más comprometidas y protegidas», para lo que dijo contar con la colaboración del Servef, la Agencia Valenciana de Turismo y también los empresarios.

Estos agentes deben «conseguir que aumente la contratación ampliando los márgenes de la temporada turística para una mayor calidad del empleo», lo que favorecerá más estabilidad en los trabajadores, según Puig.

El president hizo hincapié también en que en la Comunitat «no hay debate sobre turismo sí o turismo no», porque «es vocacionalmente turística» y resaltó que la actividad debe ser «sostenible», así como que es fundamental la innovación y la creatividad, bajo el paraguas de la calidad.

UN TRABAJO EN TRES FRENTES // Para lograr estos objetivos, aseguró, no valen las «fórmulas del pasado», sino que hay que reinventarse y planteó tres claves de trabajo en este sentido. Por un lado, la cogestión entre el sector público y privado, que podrá concretarse pronto en Les Corts con la aprobación de la nueva Ley de Turismo y Hospitalidad.

En segundo lugar, el president situó la creación de nuevas oportunidades para el sector y, como tercer eje, apeló a la necesidad de profundizar en la diversificación turística en la Comunitat.

Sin entrar en «triunfalismos», Puig sí mostró su satisfacción por la buena evolución de las cifras del sector en el 2017, año que se ha cerrado con récord, ya que la Comunitat ha recibido 28 millones de visitantes, 9 de ellos extranjeros. Explicó que se ha logrado «a pesar de las dificultades del entorno e incertidumbres profundas que se han dado en el mundo y en Europa».

En cuanto al empleo, dijo que el 14% de los puestos de trabajo se engloban en el sector turístico, que además en el último año ha experimentado una subida de 5,5 puntos porcentuales en la afiliación a la Seguridad Social.

Además, vaticinó que el turismo seguirá creciendo en todo el planeta ya que las previsiones apuntan a 1.800 millones de turistas en el horizonte de 2030, muchos de ellos asiáticos, por lo que este mercado estará en el punto de mira valenciano.

Finalmente, Puig puso sobre la mesa los 8.700 millones en divisas que ha ingresado en la Comunitat Valenciana el turismo en el último ejercicio, lo que supone mil más que los registros alcanzados en el 2016.