El presidente de la Generalitat, el socialista Ximo Puig; el expresidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero; y la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, hablaron sobre el futuro del PSOE en la cita que mantuvieron la noche del lunes en un céntrico hotel de Madrid.

El president aseguró que el encuentro tuvo un «carácter personal» y, aunque admitió que «sería absurdo no hablar del partido», resaltó que del futuro congreso federal del PSOE, del que saldrá el nuevo liderazgo, no se habló excesivamente.

Si bien es una reunión que se celebra cada año coincidiendo con fechas navideñas, en esta ocación se produce en un momento en el que el partido está sin secretario general, dirigido por una gestora, y en fechas próximas a la celebración de un comité federal clave, que, con toda probabilidad tendrá lugar el 14 de enero.

Una cita en la que se espera la reaparición pública de Pedro Sánchez y que la mandataria andaluza, que cuenta con la sintonía de Zapatero y Puig mueva ficha.

Precisamente hoy se reúne la gestora para convocar el próximo comité federal socialista.

Preguntado Puig sobre si preferiría una o más candidaturas al congreso, ha respondido que lo que le gustaría es que «aquellos que quieran decir o representar algo lo hagan», y ha defendido, al igual que Fernández Vara, que el congreso culmine con «una gran cohesión» como foto final.

UN PSOE FUERTE // En ese sentido, Ximo Puig defendió la necesidad de un PSOE «fuerte y capaz de dar cobertura al crecimiento económico, el empleo y la redistribución», principios, quiso recordar, «de la socialdemocracia, que ahora hay que actualizar».

Puig destacó que serán los militantes los que decidirán si hay una única candidatura cara al futuro congreso. En todo caso, el president dijo que la búsqueda de un secretario general debe ser un proceso «democrático, limpio y abierto», en el que se piense «no en el ombligo del PSOE, sino en la sociedad española».

Asimismo, ante la polémica decisión de los críticos con la gestora socialista de alquilar un local en la calle Ferraz para promover la afiliación de nuevos militantes, Puig señaló que «el debate interno del PSOE debe estar alejado de la confrontación y de buscar resquicios a lo que es un planteamiento abierto».