Una quincena de presos de la cárcel de Castellón pueden disfrutar de 24 horas de régimen abierto gracias al dispositivo telemático de localización por el método del GPS. Esta pulsera es una especie de reloj negro, sin cristal ni manecillas, al que pueden acceder los presos que están en la Sección Abierta, aquellos que han conseguido el tercer grado y tienen un empleo.
Así, gracias al aparato, que funciona mediante tecnología GPS, los reclusos pueden salir a trabajar y, en lugar de regresar a pecnoctar a la prisión, pueden dormir en sus casas. Una vez en sus domicilios, deben enviar una señal al centro penitenciario, para que se compruebe que el reo está cumpliendo los horarios a los que se ha comprometido.
Según indican desde la dirección de la cárcel de Castellón, "estas medidas las adoptamos con el fin de que, una vez el recluso finalice su condena, pueda integrarse mejor en la sociedad y no se encuentre, de momento, fuera sin tener conocimiento de la realidad social actual".
ESTUDIO DE CADA CASO Este beneficio penitenciario lo concende la Dirección General de Instituciones Penitenciarias a petición de la Junta de Tratamiento del centro, que estudia cada caso para realizar las propuestas. En estos momentos, este organismo ha propuesto a cuatro reclusos de la Sección Abierta de la cárcel de Castellón para que puedan obtener el dispositivo telemático en breve, como explicaron fuentes de la prisión castellonense.
Asimismo, hay un caso que llama la atención, ya que una de las personas que debería portar una de estas pulseras tiene la pierna escayolada, por lo que no la llev consigo. En cuanto al número de mujeres, son dos las que pueden evitar pasar la noche en la cárcel gracias a la tecnología GPS de estos aparatos.
TERCER GRADO Asimsimo, desde la dirección del centro penitenciario de Castellón indicaron que, en estos momentos, hay 78 internos que disfrutan del tercer grado, de los que ocho son mujeres. En este caso, 41 de los reclusos sale a trabajar a la Sección Abierta o a empresas fuera de la cárcel. Otros 17 están involucrados en la comunidad terapéutica que desarrolla Patim. Además, existen cinco internos que colaboran en la limpieza y mantenimiento del centro.