Mariano Rajoy designará hoy a Alberto Fabra candidato del PP a la presidencia de la Generalitat. El líder del partido oficializará de este modo la apuesta de la dirección nacional de confiar al político castellonense la tarea de revalidar el gobierno valenciano en uno de los momentos más críticos de las últimas décadas por el desgaste del PP valenciano, la crisis económica y los casos de corrupción que han salpicado a cargos populares, ahora apartados de la primera línea política y del PPCV.

Fabra dijo que ya está “en modo candidato” después de la llamada en la mañana de ayer de la secretaria general del partido, María Dolores de Cospedal, en la que le confirmó que será candidato. Hoy será ratificado por el comité electoral nacional del PP. Ayer por la tarde, una hora antes de que el comité electoral regional lo propusiera oficialmente, explicó: “Cospedal me ha llamado cuando estaba en un acto. Fíjense, estaba pendiente de la llamada y cuando ha llegado no estaba, he tenido que devolverla”.

Tras no pocas polémicas, especulaciones y filtraciones interesadas, Fabra, hace semanas que lleva puesto el traje de candidato y así lo han entendido los pocos críticos internos que tenía el president (Rita Barberá, Alfonso Rus o José Císcar). Desde la llegada de Fabra a la presidencia del partido ha primado la mano firme ante casos de corrupción, la austeridad y la regeneración política. Ahora, la renovación interna podría ser todavía más profunda con la elaboración de las listas, en las que se espera que el líder del PPCV imponga de forma unilateral a personas de su confianza. Esta será la primera vez que el castellonense, que encabezará la lista por Valencia, se presente a la Presidencia, ya que el cargo que espera revalidar lo asumió cuando fue elegido por Rajoy para sustituir a Francisco Camps a mediados de julio del 2011 cuando este afrontaba el juicio por los trajes.

Sin duda alguna, esta etapa de Fabra será recordada por la instauración de su línea roja contra la corrupción, una decisión que pese a que levantó ampollas entre algunos pesos pesados del PPCV, ha mantenido firme hasta hoy. Esa misma contundencia también la ha aplicado en el partido desde el congreso regional que lo ratificó presidente, como muestra la elaboración del comité electoral regional que ayer lo propuso, donde descartó las propuestas de los barones.

Fabra ha afrontado una etapa muy complicada y en el plano económico puso en marcha una política de absoluta austeridad con medidas de ahorro en sanidad, educación, empresas públicas y personal interino de la Administración, sin olvidar la decisión de cerrar Radiotelevisión Valenciana (RTVV) en el 2013.

La dirección nacional del PP ha vuelto ahora a mostrarle a Fabra su respaldo para liderar el proyecto del partido en la Comunitat con el fin de recuperar la confianza ciudadana y la reputación de la formación en uno de sus principales feudos. El reto es movilizar a su electorado y recuperar el medio millón de votos perdidos en las elecciones europeas.

El comité también propuso ayer a Isabel Bonig candidata autonómica por Castellón y a Alfonso Bataller como alcaldable en la capital. Rita Barberá repetirá en la ciudad del Turia e irá de dos del propio Fabra en la lista por Valencia. En Alicante, Fabra apuesta por la consellera Asunción Sánchez Zaplana mientras que José Císcar encabezará la candidatura a Les Corts, con lo que, a priori, se descarta que en un futuro pueda ocupar la presidencia de la Diputación de esta provincia como en un momento se especuló. H