La problemática de las reparaciones ilegales de vehículos en las inmediaciones del desguace del camino Roquetes de Castellón, una práctica clandestina denunciada por la Asociación de Talleres Reparadores de Automóviles (Astrauto) y vecinos de la zona, se extiende también a Burriana.

Así lo aseguran los expertos del sector automovilístico, que acusan a los mecánicos pirata de quitarles parte del volumen de trabajo, operando al margen de la legalidad, mientras los establecimientos reglados pagan «impuestos» y crean «empleo».

La policía autonómica de la Generalitat anuncia, a raíz de la polémica recogida por este diario, que realizará controles exhaustivos e investigará las irregularidades detectadas, tal y como ya avanzó Mediterráneo.

Los agentes vigilarán especialmente el citado desguace de la capital de la Plana, que es el principal foco de las reparaciones ilegales, pero no bajan la guardia en localidades como Burriana, donde las empresas legales ya han denunciado una situación similar.

Sin embargo, los operarios ilegales logran esquivar las sanciones impuestas por las policías locales. Y es que, por su condición de insolventes e incluso indocumentados en algunas ocasiones, no afrontan los pagos.

«El problema no afecta solo a Castellón, aunque es el caso más grave. En la carretera de Nules a Burriana también hay otro desguace en el que los clandestinos ofrecen colocar las piezas que se adquieren. Es una intrusión laboral grave y también un riesgo medioambiental», explican desde el colectivo Astrauto. Además de los trabajos irregulares, los vecinos denuncian suciedad, por la presencia de líquidos, ruedas y trozos de piezas de coches.

CERCO

Aunque los talleres de Burriana, agrupados bajo Astrauto, llevan a cabo una lucha constante para poner fin a las reparaciones ilegales en la vía pública y también en talleres clandestinos, el presidente de la Asociación de Talleres Automoción Burriana, Fernando Vicent, advierte de que no hay que «bajar la guardia». Vicent reconoce que durante unos meses los mecánicos pirata han gozado de «impunidad». Aunque asegura que la situación está ahora «bastante controlada», no logran erradicarla.

Vicent califica de «escándalo» el problema vivido en Burriana. «Los ilegales no solo reparaban en los alrededores de un desguace, sino en plazas y calles próximas». De igual modo, Vicent insiste en que hay que seguir con la máxima vigilancia «para que se haga cumplir la normativa que impide reparar un vehículo en la vía pública, al igual que lavarlo».

Y es que el problema viene de lejos. Los piratas han actuado de forma «descarada» y durante meses en varias zonas de Burriana. Sin precauciones de ningún tipo, ni previniendo derrames de líquidos que pueden afectar al medio ambiente, han realizado todo tipo de reparaciones y algunas de ellas de varias horas de duración. No se limitaban a recambios sencillos, se atrevían también con discos de freno o puertas. A plena luz del día y ante los vecinos, trabajaban al margen de la ley.