Un nuevo retraso en la línea de alta velocidad que une Castellón y Madrid provocó un rifirrafe político en el que participaron el PSPV, el PP y Compromís.

El diputado socialista, Artemi Rallo, denunció que el primer tren que salió ayer de la capital de la Plana con dirección a Atocha llegó con 19 minutos de demora, lo que a su entender evidencia «el descontrol» de lo que calificó como un servicio «de bajo coste» y demuestra que la inauguración de la pasada semana «tuvo más de propaganda que de realidad».

En respuesta, el delegado del Gobierno en la Comunitat, Juan Carlos Moragues, aseguró que no se puede «demonizar» el servicio y «estar en contra de las mejoras y los beneficios para la provincia». Asimismo, acusó a los socialistas de aprovechar «cualquier tipo de situación para hacer una crítica de una infraestructura que ha sido recibida de forma estupenda por la ciudadanía de Castellón».

El senador de Compromís, Carles Mulet, anunció la presentación de nuevas preguntas al Ministerio de Fomento tras conocer un nuevo caso de retraso. .

Por su parte, Renfe reconoció un incumplimiento del horario de 18 minutos y lo achacó a una «acumulación de demoras» entre València y Madrid. Fuentes de la compañía descartaron una avería y aseguraron que, siguiendo su compromiso de puntualidad, devolvieron a los 296 pasajeros -90 de los cuales viajaban desde Castellón- el 50% del billete.