La presidenta del Foro Europeo de la Cerámica y europarlamentaria socialista por la Comunitat Valenciana, Inmaculada Rodríguez-Piñero, defendió ayer “la necesidad de reforzar las medidas de protección para sectores en riesgo de fuga de carbono, como la industria cerámica”. Es decir, aquellos que las limitaciones de emisiones de CO2 a la atmósfera pueden pensar en una deslocalización de su actividad industrial hacia países con una legislación más laxa en materia de emisión de gases de efecto invernadero.

Para Rodríguez-Piñero, “la legislación europea sobre el comercio de emisiones a partir del 2020 debería incluir medidas de protección adicionales que tengan en cuenta la especificidad de los pequeños emisores y las pymes en sectores que estén expuestos a riesgo de fuga de carbono”.

Asimismo, también ha apostado por un sistema armonizado de ayudas estatales de compensación por los costes indirectos que resulten imputables a las emisiones de gases de efecto invernadero repercutidos en los precios finales de la electricidad.

Se alinea así con la patronal azulejera Ascer, que ya viene alertando de los riesgos que puede conllevar la aplicación de medidas de emisiones más restrictivas, puesto que la superación de los límites conlleva una cuantiosa penalización económica.

En este sentido, la eurodiputada recuerda que “mientras los productores españoles recibieron 5 millones de euros en el periodo 2013-2015, los alemanes acumularon 756 millones de euros”. H