La carrera por la secretaría general del PSPV-PSOE está más abierta que nunca. Ese es el mensaje de Francesc Romeu, quien por segunda vez aspira a liderar a los socialistas valencianos y quien no se cansa de repetir que las alianzas de Ximo Puig con Leire Pajín y los ciscaristas “más que sumar pueden acabar restándole. No son garantía de victoria para él”.

Romeu, que ayer se reunió con militantes de Vinaròs, Benicarló y Peñíscola, trabaja a contrarreloj para conseguir apoyos que se transformen en votos en el congreso nacional que a finales del mes próximo escogerá a la nueva cúpula del partido. Asegura que hay muchos descontentos en el bando de Puig y en el de Jorge Alarte, que a priori son sus dos contrincantes en este proceso. “En estas dos semanas intensificaré la presencia en las agrupaciones para hablar con los militantes y explicarles por qué quiero ser su secretario general. Otros no hablan de nada, pero yo sí: quiero modernizar el partido, darle libertad, democracia, innovación, transparencia y al militante el papel que merece”.

El socialista reitera una y otra vez que el cónclave “no es de trámite; no se puede cerrar en falso o con arreglos, sino con soluciones. En los últimos 20 años todo han sido parches, y tenemos 8.000 militantes menos, una gran desconexión con la gente, estamos orgánicamente decepcionados y nuestra respuesta electoral es muy pobre. Hay que dejar atrás eso y ser la alternativa al PP”.

Romeu, en un encuentro mantenido con este diario, reconoció que hay mucha gente en Castellón que ve con buenos la candidatura de Ximo Puig, “pero no hay que dar por hecho nada; la gente tiene que opinar y luego votar lo que crea que es mejor. De todos modos, las cosas han cambiado y Puig debe explicar qué hace ahora con Pajín y Císcar. No hay que olvidar que hace tres años Castellón llegó al congreso fracturada precisamente porque uno de los candidatos era Ximo Puig”.

Tampoco cree que el viento sople favorable para Alarte, “puesto que solo ha hecho que restar en este tiempo, dentro y fuera del partido, y en Ferraz me consta que no están nada satisfechos”.

Uno de los argumentos que explicará a los militantes es la urgencia de que el congreso no se cierre en falso. “Hemos de ser responsables. Hay que recuperar el poder institucional, desde el municipal a la Generalitat”. H