Escucharemos todo lo que tengan que decirnos, pero nosotros estamos en contra de la planta de gas". Estas son las rotundas palabras del patrón mayor de la cofradía de pescadores de Vinaròs, Rafael Flores, sobre la habilitación del depósito submarino y la construcción de la planta terrestre en la localidad.

Según Flores, contrariamente a lo que aseguraron el miércoles responsables de Escal-UGS, "esta empresa todavía no se ha dirigido a nosotros para decirnos cómo piensan indemnizarnos".

El patrón mayor ha asegurado que "si ellos quieren, nos sentaremos a negociar, pero tenemos claro que es muy negativa la construcción de la tubería que unirá la planta con el depósito".

La principal oposición del sector pesquero es porque, mientras duren las obras, "levantarán los fondos y las capas de arena, y eso puede acabar enterrando a especies como el langostino", ha indicado. Otra consecuencia negativa que señalan es que las barcas de arrastre y de artes menores no podrán faenar donde esté la conducción. "Cuando perforen para pasar la tubería taparán el arrecife, perjudicando la flora y la fauna", manifestó.

Además, el punto en el que se instale la plataforma marina del depósito estará rodeado por un perímetro de protección que las embarcaciones tampoco podrán traspasar para ir a faenar. Según ha explicado el patrón mayor, "este tipo de instalaciones hacen mucho daño al mar, ya que tenemos la experiencia del anterior yacimiento de petróleo, alrededor del cual se ha ido encontrando basura durante varios años".

En la cofradía insisten en que "aunque el gasoducto haga falta, no es lógico que se construya a costa de hacer tanto daño".