Dicen los que conocen bien Castellón que hay lugares que no se deben dejar de visitar y que sorprenden cada vez que uno pone los pies en ellos. Y entre esos lugares están las siete maravillas naturales de Castellón. Bosques, picos montañosos, ríos, barrancos, construcciones con años de historia... Los parques naturales de la provincia presumen de albergar algunos de los rincones más bellos de nuestro territorio. Para unos, lo más es el pico del Penyagolosa, ese gigante de piedra que pide paso. Para otros, el paraíso está en les Columbretes. Muchos defienden que no hay nada como recorrer, un día de primavera, la Serra d’Espadà, respirar su aire, escuchar su silencio... Porque Castellón tiene la suerte de tener siete de los 22 parques naturales de la Comunitat. Otros nueve están en Alicante y seis en Valencia.

De grandes desconocidos, los parques naturales de Castellón empiezan a democratizarse. En el 2014, y según datos de la Conselleria de Medio Ambiente, los siete tesoros de la provincia recibieron el récord de 351.613 visitantes, concretamente un 25% más que el año anterior.

Visitas guiadas, talleres didácticos, jornadas científicas, exposiciones... En los últimos años los parques naturales se han abierto a la sociedad. “Cada vez son más populares, pero todavía hay dos, el Prat de Cabanes-Torreblanca y la Tinença de Benifassà, que son unos grandes desconocidos. Son maravillosos enclaves naturales y hay que conocerlos”, argumenta Salomé Pradas, directora general del Medio Natural de la Conselleria de Medio Ambiente. Y quienes los conocen, repiten. H