Por un futuro digno del convenio del azulejo; ni un paso atrás”. Este fue el lema central de la manifestación convocada ayer en la capital de la Plana por los sindicatos, muy alejados de la postura de la patronal cerámica Ascer en la negociación del convenio para 14.000 trabajadores del sector.

Unas 300 personas --según la Polícia Local--, tomaron parte en la protesta que discurrió, sin incidentes, por el centro, con inicio y fin en la plaza de las Aulas. Muchos fueron delegados sindicales y no faltaron los dirigentes provinciales --Tino Calero, por UGT; y Manel Nieto, por CCOO--; y autonómicos sectoriales, con Ismael Sáez (MCA-UGT-PV) y José Luis Colomer (Fecoma-CCOO-PV).

Una movilización, aunque no muy numerosa, que no es más “que el pistoletazo de salida”, pues después de varios meses de negociación (desde octubre), los sindicatos consideran que la patronal no ha cedido en nada en lo que consideran debería ser un convenio “digno”, que no implique un retroceso en derechos laborales. De hecho, tanto el secretario general de UGT del sector, Vicente Chiva; como su homólogo en CCOO, Vicente Ortells, incidieron en que van a continuar con “asambleas informativas” y si no hay acuerdo incluso barajan la huelga, que ya sería “para después del verano”.

Con todo, aunque el convenio expiró a finales del año pasado la ultraactividad permite que continúe vigente hasta el 31 de diciembre del 2016, por lo que queda margen para negociar.

Para Ortells, “Ascer debe bajar del burro” y apuntó que ya se están recortando derechos “pues muchos trabajadores ya se rigen por convenios de empresa”.

Los sindicalistas rechazan de lleno el argumento que da la patronal, de débil recuperación económica. Y defienden que “las empresas ya están viviendo una situación de estabilidad; ya hay menos expedientes de regulación de empleo, las plantillas se han ajustado; y después de recortar un 40% los empleos, ahora se empieza a crear algo, aunque precario, y la productividad es la misma”, indicó Ortells.

Desde UGT, Chiva apuntó que “Ascer ha de abrirse a incrementos salariales razonables, a un convenio digno como el de estos 30 años; no el que nos ofrecen. Las plantillas ya están estables desde hace unos meses”. H