La tasa de gripe sube con fuerza en la Comunitat y tanto los sindicatos como los profesionales del sector exigen a la consellera de Sanidad, Carmen Montón, que cumpla lo anunciado y disponga más refuerzos para hacer frente a la epidemia, tanto en los ambulatorios como en los hospitales.

Tras el descenso de la primera semana del 2018, la estadística hecha pública este miércoles por el departamento autonómico referente a la semana pasada evidencia un repunte del 60%, al pasar de una incidencia de 143,8 a 227,8 casos por cada 100.000 habitantes.

Se trata de una mayor presencia del virus que, como publicó Mediterráneo, era esperada por la mayoría de profesionales y colectivos del sector, debido al regreso de los niños a las escuelas tras las vacaciones navideñas y por la posibilidad de que hubiera contagios masivos entre los pequeños.

Precisamente, según la Conselleria de Sanidad, el virus está afectando sobre todo a menores de 14 años y el 94,09% de los casos estudiados corresponde a personas que no han sido vacunadas.

CUMPLIR LA PALABRA

Los médicos de atención primaria, sin llegar al colapso de semanas anteriores, siguen soportando una «sobrecarga enorme de trabajo». Así lo asegura a este diario Giorgio Atella, que trabaja en el ambulatorio 9 d’Octubre de la capital y donde han llegado a atender «40 pacientes en una mañana, con el peligro para la calidad asistencial y el estrés que supone».

En centros de atención primaria como este, el plan de contingencia de la Generalitat no ha supuesto la incorporación de ningún médico ni enfermero más, puesto que los seis profesionales contratados en enero están en el punto de atención continuado (PAC) de la calle Trullols.

Por su parte, el secretario general del sindicato de enfermeros Satse, José María Calas, urge a la consellera Montón a «cumplir su palabra» y a reforzar el plan de contingencia invernal. La responsable de Sanidad se comprometió la semana pasada a aumentar las medidas si la epidemia se recrudecía en la Comunitat.

Así ha ocurrido, pues en hospitales de València se han llegado a suspender operaciones por falta de camas, algo que según pudo saber este diario no ha ocurrido de momento en Castellón.