Las adopciones de menores extranjeros siguen en caída libre. Bien sea por la crisis económica, lo tedioso de los trámites o el tiempo que hay que esperar para conseguir tener a los menores, el caso es que las solicitudes de adopciones internacionales han sufrido un fuerte descenso en el último año en Castellón. Y los últimos datos que maneja la Conselleria de Bienestar Social así lo corroboran. Durante el año pasado, un total de 97 parejas iniciaron los trámites para adoptar un niño, frente a las 143 peticiones contabilizadas en el 2008. Una bajada de un 32% en solo un año.

Pero, ¿por qué hay menos familias interesadas en adoptar? Los expertos lo tienen claro. La coyuntura económica influye, pero esta vez no es ni de lejos la principal causa. “Hasta hace muy pocos años, China y Rusia eran los dos grandes países emisores de niños. Ahora sus economías han sufrido un importante auge y han endurecido los requisitos. En China, por ejemplo, muchos pequeños son adoptados por familias de allí”, argumenta Miguel Góngora, presidente de Piao y Adecop, dos de las entidades de mediación de adopción internacional más importantes de la Comunitat Valenciana.

Con todo, el año pasado se adoptaron en Castellón una veintena de menores extranjeros. Resoluciones que llegaron tras largos y cuantiosos trámites, exámenes de idoneidad, papeleo, y entrevistas y en las que no solamente influye la burocracia nacional, sino la de los países de origen de los niños, muchas veces poco organizada y más lenta que la de aquí, por lo que se tardan años en completar el proceso.

COLOMBIA Y ETIOPÍA // Si Rusia y China han sido hasta ahora los países de origen que encabezan la lista de menores extranjeros adoptados en la provincia, el mapa está empezando a variar. “Colombia, Vietnam y también Etiopía están ganando terreno, aunque en Colombia la espera media es de tres o cuatro años”, cuenta Góngora.

La filiación de un menor en el extranjero supone tiempo, pero también una importante inversión de dinero. Y más ahora que la Conselleria ha suprimido las subvenciones que tradicionalmente destinaba a las entidades de mediación, unas organizaciones que están acreditadas por la Administración para llevar a cabo la tramitación y que ahora, al quedarse sin ayudas, no tendrán otra opción que encarecer todo el proceso de la adopción.

Y adoptar un menor extranjero no resulta barato. El proceso para acoger a un pequeño de Colombia cuesta, además de una espera de casi cuatro años, un gasto de 5.000 euros y si se realiza un seguimiento del caso, la inversión asciende a los 5.700 euros, según todas las entidades consultadas. China es mucho más cara. Allí la espera supera los seis años y la inversión puede alcanzar fácilmente los 10.000 euros. H