La plaga de conejos detectada en la zona del aeropuerto de Castellón puede suponer un peligro para los aviones al atraer a numerosas aves rapaces, que podrían interferir en los vuelos. Así lo confirmó ayer el director territorial de Medio Ambiente en Castellón, Toni Garcia, quien alertó del «grave problema» de la superpoblación de este animal en cinco municipios de la zona.

En Vilanova d’Alcolea, Cabanes, Vall d’Alba, Benlloch y Vilafamés la presencia del mamífero ya se considera plaga. Una situación que también se da en otras dos localidades del Baix Maestrat como son Benicarló y Vinaròs.

Los agricultores de la provincia ya lo habían denunciado. La proliferación del conejo acaba con las cosechas y provoca daños.

«Desde el principio hemos pensado que era un tema importante, que no había que dejar apartado porque provoca graves perjuicios a los agricultores», apunta Garcia, quien asegura que las reuniones con cazadores y agricultores han sido intensas para poner solución al problema. La dirección territorial de Medio Ambiente ha autorizado para ello a los cazadores a emplear nuevos métodos, «legales, pero más efectivos», inciden, para poder capturar a más ejemplares. Desde la Conselleria de Cebrián alertan de que el aeropuerto de Castellón actúa ya como una «superreserva».

MEDIDAS

Medio Ambiente exige a Aerocas la impermeabilización de la valla perimetral para que cuando haya una presión cinegética desde el interior, los conejos no escapen y se reproduzcan en el exterior.

«Es una zona de seguridad en la que no se puede cazar, pero en ciertos momentos, como un domingo por la mañana cuando hay poca actividad, puede cortarse el tráfico para, con perros y escopetas, reducir la población de conejos que tantos problemas causa», apunta el director territorial.

Y es que en las últimas dos batidas autorizadas el pasado año se abatieron, en cada una, más de 200 ejemplares. La proliferación de la especie es «exponencial», según asevera la Generalitat.

«Vamos a tener que investigar porque todas las acciones llevadas a cabo pueden no ser suficientes para poner coto al problema», incide Garcia, quien estuvo recientemente comprobando el perímetro del aeropuerto y el inicio de la impermeabilización. «Los conejos tienen allí mucho terreno disponible y es posible que la raza provincial haya desarrollado resistencia a enfermedades que minaban la población», alerta.