La maraña judicial que comprometía el futuro de las tascas de Castellón se zanjó ayer en favor de los intereses de Ayuntamiento y empresarios. Por tanto, en favor de la pervivencia del negocio hostelero presente en la capital desde hace décadas, y que pasa por ser uno de los principales puntos neurálgicos del ocio en la capital, de jueves a sábado, concentrando a miles de usuarios.

El Tribunal Supremo (TS) hizo pública la sentencia que estima el recurso de casación que interpuso el consistorio contra el fallo del TSJCV que anulaba el artículo 26 de la Ordenanza de Convivencia Ciudadana a instancias de la Asociación Castelló Sense Soroll, precisamente el precepto municipal que permitía beber en el ámbito urbano de plaza Santa Clara y calles Isaac Peral y Barracas.

Un fallo contrario del TS hubiera supuesto la forzosa implantación de la ley seca, de ahí la enorme satisfacción que la resolución favorable generó en el consistorio y en los seis empresarios que recurrieron agrupados en la Asociación Las Tascas de Castellón.

Los magistrados de la Sección Cuarta de la Sala de lo Contencioso Administrativo estiman el recurso de casación municipal al entender que el consistorio sí ejecutó correctamente el fallo del TSJCV que ordenó, a finales del 2011, rectificar el artículo 26. Recuerda el Supremo que el nuevo artículo de la ordenanza --reproducido en esta página-- no permite el libre consumo de alcohol en la calle en las tascas, sino solo si se efectúa “con la debida autorización municipal”. Por tanto, no contradice el decreto 1/2003 de la Generalitat --de mayor rango-- que prohíbe beber en la calle.

Respecto al recurso de casación de los empresarios, el Supremo solo estima dos de los seis razonamientos, aunque no tiene revelancia a efectos prácticos.

El alcalde, Alfonso Bataller, expresó su satisfacción por la “ratificación del trabajo jurídico” y aseguró que el consistorio mantendrá su apuesta por “preservar las tascas como elemento positivo para el ocio y el turismo”.

La portavoz del PSPV-PSOE, Amparo Marco, instó al ejecutivo a buscar “la convivencia vecinal. En las tascas, como en el del PGOU, la Justicia es la que marca las decisiones de Bataller, la que gobierna en grandes asuntos”. H