Pese a que la estampa a las 22.00 horas era la habitual, con decenas de personas bebiendo cerveza y vino en las calles Isaac Peral y Barracas, lo cierto es que no fue un sábado normal en las tascas de Castellón. A partir de esa hora, todos los locales dejaron de vender alcohol y se fueron vaciando progresivamente bastante antes de la hora habitual.

Poco antes de las 23.00 horas, en Isaac Peral no quedaba prácticamente nadie, mientras que en Barracas, calle mucho más estrecha, aguantaban unas pocas decenas de personas, algunas de ellas vaso en mano. «Si vemos que viene la policía, entraremos dentro», decían a Mediterráneo.

Finalmente, los agentes no tuvieron que actuar, pese a que mantuvieron una presencia constante en los alrededores de la plaza Santa Clara, con al menos una decena de agentes y varios coches patrulla. Sí lo hicieron el viernes, cuando informaron a los propietarios de los distintos bares del fallo judicial que impone la ‘ley seca’ a partir de las 22.00 horas.

INDIGNACIÓN

Entre los presentes, la tónica general era la indignación ante la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana. Ernesto Bou, gerente de La Oficina, afirmaba que se trata de un fallo «imposible de aplicar», puesto que «no se puede entrar aquí y multar a casi 1.000 personas». Eso sí, permanecía atento en las puertas de su local para evitar que nadie saliera con cervezas o vino, como también hacían otros propietarios.

También los usuarios mostraban su rechazo a la decisión de la justicia. Una de ellas, Empar, lo veía «un atentado a la libertad de las personas» y «un ataque al negocio de las tascas». Asimismo, añadía que «en muchas ciudades de España este tipo de zonas de ocio están muy consolidadas».

Cristina Sánchez y María Ejarque, de Almassora, criticaban la medida y se negaban a dejar su cerveza si la policía no hacía acto de presencia. No eran los únicos, e incluso algunos hacían caso de un mensaje de Whatsapp que pedían seguir en la calle, pero con agua. No obstante, la mayoría agotaron el último trago a las 22.00 horas y dejaron el lugar.