Los empresarios de las tascas aseguraron ayer que los vecinos del ámbito urbano de las calles Isaac Peral y Barracas respaldan la pervivencia de sus negocios, en contra de la pretensión de la Asociación Castelló Sense Soroll de que se deje de vender y de consumir bebida en la calle a las 22.00 horas, y no a las 23.00 como hasta ahora. “En la calle Barracas, por ejemplo, solo vive una mujer que no tiene ninguna queja hacia nosotros”, señaló Manolo Cintas, responsable de la Tasca Nécora.

Cintas recordó que en muchas ciudades de España se da una convivencia normalizada entre el derecho al descanso de los vecinos y el deseo de muchos jóvenes de disfrutar de momentos de ocio al aire libre en este tipo de locales gastronómicos. “Este tipo de tradición se da en todas las capitales españolas y siempre hemos tenido este privilegio sin problemas, en las tascas de Castellón jamás ha habido reyertas ni problemas de drogas, la gente jamás ha montado escándalos”, defendió Manolo Cintas.

Otras fuentes empresariales que prefirieron mantenerse en el anonimato atribuyeron la cruzada judicial de la Asociación Castelló Sense Soroll al interés económico de sus miembros. “Ninguno de ellos vive aquí, solo desean acabar con las tascas para poder alquilar las plazas de garaje del párking de la calle Isaac Peral, ya que solo se puede acceder por ahí”, afirmó uno de ellos al periódico Mediterráneo.

Los hosteleros pidieron al Ayuntamiento que aplique la nueva ley autonómica 10/2014 que deja en manos municipales fijar la hora de cierre de las tascas, para aplicar así el artículo 26 de la ordenanza de Convivencia Ciudadana, que permite vender bebida y consumirla en la calle más allá de las 22.00 horas. “Tenemos también la licencia de terrazas para instalar los veladores, con sus planos y su proyecto, y cada tres meses pagamos 250 euros de cuota”, recordaron las mismas fuentes. H