Un centenar de recién titulados de la carrera de Magisterio de la Universitat Jaume I han mostrado su malestar ante la decisión de la UJI de obligarlos a hacer un examen, que tendrá lugar mañana, para acreditar la capacitación para enseñar en valenciano, el llamado nivel C-1 de la Junta Qualificadora, cuando al comenzar la carrera, que estudiaron precisamente en valenciano, se les dijo que automáticamente obtendrían esta capacitación lingüística.

“Más aún cuando, mientras la UJI obliga a realizar este examen, a los titulados de Valencia y Alicante se les reconoce esta capacitación tras acabar estos estudios”, lamentaban los titulados. Unos estudiantes que han llevado al tema a los abogados para iniciar un procedimiento civil contra la UJI. Sin embargo, desde la Jaume I se argumentaba que, efectivamente, hay que realizar este examen en cumplimiento de la orden de Conselleria de Educación del 2013 por la que “un maestro estará capacitado para dar clases en valenciano si cumple dos requisitos, cursar 24 créditos de materiales reales en valenciano y acreditar el C-1, el llamado Mitjà de valencià”.

“NO’ A LAS PRESIONES” // “Una circunstancia que no cumplen estos estudiantes”, según la vicerrectora de Relaciones Internacionales y Multilingüísmo, Inma Fortanet. “Un alumnado que no está preparado, ni tiene los conocimientos necesarios para dar las clases en valenciano, por lo que es requisito que obtengan el C-1, y no vamos a ceder a sus presiones”, concreta Inma Fortanet.

“Además, les ofrecemos la posibilidad de obtener esta capacitación de marea gratuita”, recalcó la vicerrectora. Respecto al por qué las universidades de Valencia y Alicante no obligan a realizar este examen, desde la UJI se limitan a asegurar que “otras universidades lo resuelven de otra manera”.

Por su parte, la directora general de Calidad Educativa, Beatriz Gascó, manifestó que “la capacitación es automática al acabar la carrera, y así lo dice la orden del 2003”. “La UJI tendrá que facilitar esa capacitación y estamos abiertos al diálogo para lograr la certificación”, argumentó Gascó, quien señaló que la “Jaume I es la que tiene que dar esa acreditación automática”. H