“Las matemáticas son el lenguaje en el que Dios ha escrito el universo”. Lo dijo Galileo Galilei. Y lo refrenda Vicente Martínez, catedrático de Matemáticas Aplicada de la Universitat Jaume I, quien junto a Fernando Casas ha sido director del XXIII Congreso de Ecuaciones Diferenciales y Aplicaciones y XIII Congreso de Matemática Aplicada (XXII CEDYA y XIII CMA), celebrados en la UJI en los que participaron 200 congresistas. Dos foros que se celebran cada dos años en una ciudad distinta. La próxima cita será en Cádiz.

Unas convocatorias en las que se ha analizado “la constante presencia de esta ciencia exacta en nuestra vida cotidiana”, como indica Martínez. “Nos pasamos el día contando, pagando, cobrando, haciendo números, especulando sobre cifras, sacando tantos por ciento, abonando nuestros impuestos...”, destaca.

Matemáticas, “necesarias para la Bolsa y finanzas, para valorar planes de pensiones, resolver problemas de combustión en centrales térmicas, para controlar la sedimentación en ríos y canales, estudiar, analizar los tsunamis, y simulación de deshielos”, añade.

CAMBIO CLIMÁTICO // Incluso, “para estudiar el cambio climático, tan de actualidad”, argumenta el catedrático de la UJI, quien resalta algunas de las aplicaciones de las matemáticas puras, como el procesamiento de señales, el tratamiento de imágenes con referencias al diagnóstico médico, simulación del comportamiento de algunos tipos de tumores, control sobre las velas solares....”, El catedrático de la UJI explica el porqué, a su entender, de la dificultad en el aprendizaje escolar de las matemáticas.

Es tajante al subrayar que “la mayoría de los docentes no las saben explicar ni aportar ilusión en la transmisión de los conocimientos”. “Es una ciencia que requiere un grado de abstracción alto y se precisa mucha concentración”, asegura Martínez, consciente además de la utilidad de los estudios de matemáticas, “una de las escasas carreras universitarias con tasa cero de paro”. “Las Matemáticas Aplicadas tienen futuro”, concreta.

“Cada vez más son más numerosas las empresas que requieren de profesionales de las matemáticas para resolver sus problemas económicos, y que lo hacen desde una visión esquemática y abstracta de los mismos”, subraya el catedrático de la UJI. H