Tristeza e indignación. Era el sentir ayer de los familiares de Luciano Cervello, el vecino de Onda que fue encontrado muerto el martes tras haber caído desde una altura de cinco metros dentro de un depósito de material cerámico en la empresa de la que era encargado desde hacía 35 años. A las 17.30 horas se celebró el funeral.

Los hijos del fallecido explicaban a Mediterráneo que la desaparición de su padre se había producido 24 horas antes de que fuese hallado su cuerpo sin vida, cuando fue a buscar una herramienta solicitada por uno de los trabajadores de la firma Atomix y ya nadie le había vuelto a ver.

“El coche no se había movido de su sitio, todo apuntaba a que estaba en la empresa, como así se lo hicimos saber a los responsables”, explican Alberto y Carlos Cervello. “Creemos que estos deberían haber buscado mejor por las instalaciones, sobre todo, a partir de las 19.00 horas, al ver que mi padre no contestaba al teléfono”, comentaron sobre los responsables de la empresa.

Fue Carlos quien acudió a la atomizadora a primera hora de la mañana del martes: “Empezamos a buscarlo en serio dentro de la fábrica y lo encontramos poco después”. Al parecer alguien cerró la trapa de la balsa en el siguiente turno sin percatarse de lo acontecido con Luciano.

Los familiares apuntan a una presunta “negligencia y dejadez” por parte de los responsables de la empresa, “que no pusieron todos los medios que hubiera hecho falta para buscar al trabajador de 67 años”. Además, puntualizan que todas las empresas tienen un registro y saben cuándo un trabajador sale o entra de la fábrica. “Sabemos que lo más probable es que no se pudiera haber hecho nada por él, pero mi madre está destrozada de pensar que ha estado 24 horas en el fondo de un depósito porque no le buscaron como debían”, señalan.

La familia sostiene que esperará al resultado de la inspección laboral y a las acciones que emprenda el comité de empresa y no descarta pedir responsabilidades legales a sus dirigentes. H