Cuidado con pisar el acelerador más de la cuenta. La Dirección General de Tráfico (DGT) ha dado orden de ajustar todos los radares fijos y también los móviles que utiliza la Guardia Civil para poder sancionar a partir de ahora el más mínimo exceso de velocidad al volante. Se trata de una decisión legal, que obliga a los agentes a aplicar a rajatabla el reglamento. Es decir, el radar saltará justo cuando se supere la velocidad permitida en la vía, como se venía haciendo, y se aplicará el correspondiente margen de error de aparato. La novedad estriba en que ya no habrá concesiones. La sanción le llegará al infractor aunque se haya excedido en solo un kilómetro tras descontar el margen de error del radar.

Hasta hace unas semanas se dejaba a criterio del agente la concesión o no de un pequeño margen de kilómetros con el fin de evitar una multa por la mínima. La orden de la DGT, que ya se aplica en la provincia de Castellón, según confirmaron desde el Ministerio y la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), anula este regalo. De esta forma, la DGT hace extensivo a todo el territorio español lo que ya implantó a modo de prueba en Galicia durante el verano del 2013.

En la práctica eso significa que los radares que se encuentran instalados de forma fija en la provincia (12 en total), junto con los móviles (de los que se desconoce el número, al estar operativos en función de las necesidades que se observan en cada momento) se activan por exceso de velocidad conforme a un criterio sencillo: a partir de ahora, sea cual sea el tramo y el tipo de carretera, se tomará en cuenta el 7% como el desfase máximo permitido para los radares móviles y un 5% para los fijos. Es decir, en un tramo en el que haya que circular a 120 kilómetros por hora, dará aviso de infracción cuando se superen los 126 kilómetros por hora en el caso de un radar fijo o 128 en el caso de uno móvil.

El ajuste de los radares no ha gustado nada a las principales asociaciones de automovilistas. Desde Automovilistas Europeos Asociados reconocen que la medida es legal, “pero denota un afán recaudatorio de la Administración”. “Una campaña contra los excesos de velocidad al volante habría sido suficiente para concienciar a los conductores de las consecuencias del pisar demasiado el acelerador”, añaden desde el colectivo. De hecho, el Ministerio de Interior no ha avisado de esta nueva situación. La denominada Operativa 7 (así se llama la medida) ha entrado en vigor de forma escalonada en todas las provincias del país.

AJUSTARSE A LOS CAMIONES // Pero el ajuste de radares para que no haya discriminación entre provincia no es la única novedad que llega. En poco tiempo, la DGT regulará los 12 cinemómetros fijos que han repartidos en Castellón para que puedan denunciar a furgonetas, camiones y autobuses de acuerdo a sus propios límites de velocidad. Estos son inferiores a los de los turismos, que son los que determinan cuándo salta el radar. “El aparato lee la matrícula y la velocidad, pero no distingue qué tipo de vehículo es. Ahora todos los radares se modificarán para ajustarlos a cada automóvil” explican desde la DGT. H