La Universitat Jaume I (UJI) no tiene ni para pagar las nóminas con la subvención ordinaria que recibe actualmente de la Generalitat. Según el informe de las líneas presupuestarias de la Jaume I para el 2018 presentadas por el gerente, Andrés Marzal, en el reciente claustro, el gasto en personal asciende a 61.822.701 euros, «una cantidad ligeramente superior a lo que se recibe del Consell», que son 61.754.860 euros. Son, en términos absolutos, 67.841 € que la Jaume I tiene que afrontar.

«La implicación es clara --señaló Marzal--. Y es que la universidad deberá sufragar todo el gasto en servicios, bienes, suministros, la financiación de préstamos, becas propias e inversiones que vayan surgiendo con el resto de los ingresos». ¿Cómo se hace? «Principalmente, con las matrículas», explicó el gerente, que reiteró «la promesa del Consell de compensar esa pérdida del 15% en el 2018, sí, pero a año pasado, con lo que en la planificación solo disponemos del 7% del 2017».

SIN PREVISIÓN PARA EL 2018 //

«Con los 4,3 millones de la deuda histórica, estamos hablando igualmente de unos ingresos mínimos, sin saber aún cuanto recibiremos para cubrir el gasto por mejoras laborales», criticó. La Universitat, que prevé 86,78 millones no afectados (un 2% más), en un presupuesto total de 98 millones para el año que viene, suma 20,3 millones en tasas y precios públicos, de los que en el 2018 recibirán 1,2 (el 7% del 2017), y 1,3 en el 2019 (el otro 8% del 2018). La implantación y crecimiento de los grados de Salud, los pluses por antigüedad de la carrera profesional y la congelación de la subvención tras ir subiendo en los últimos dos años.

Al respecto, el conseller de Educación, Vicent Marzà, aseguró ayer que «la UJI recibirá la diferencia de la bajada de tasas y las familias pagarán menos», aduciendo que se han «duplicado las becas desde el 2015, triplicando las que da la Comunidad de Madrid».

El conseller se alineó ayer con el rector, Vicent Climent, en la obligatoriedad del requisito del valencià para graduarse que la UJI. «Somos una autonomía con dos lenguas oficiales y el estudiantado debe tener esa capacitación cara al mundo laboral. Acompañaremos lo que diga la UJI», señaló.