Multitudinario adiós a Carles Santos, ayer, en Vinaròs. Acompañado por su propia música y al lado de su piano de cola, se veló el cuerpo sin vida del músico y compositor en una capilla ardiente que reunió en la Casa Membrillera, cuya sala principal lleva el nombre de este artista total, fallecido el lunes a los 77 años, a cientos de personas, desde vecinos a amigos, autoridades y representantes del mundo de la cultura, en una sentida despedida. El libro de condolencias, abierto a todos, se cerró a media tarde, lleno de recuerdos, anécdotas y homenajes a este vinarocense universal.

Entre ellos, uno de sus amigos íntimos, el director de cine catalán Pere Portabella, con quien Santos trabajó estrechamente, que se sintió «un privilegiado por haberle conocido, a través de Joan Brossa». «Nuestra amistad fue fortísima, y hasta compartimos celda en la cárcel Modelo». A su lado, otros nombres de la cultura, como Pepe Plana, Manel Guerrero, Isabel Castellet, Clàudia Schneider o Antoni Comas, que compartieron escenario e ideales en la vanguardia teatral y musical. Su exesposa, Dolores Cid, recordó cómo se conocieron «con solo 11 años, viviendo en la misma calle». «Después nos enamoramos y nos casamos y estuvimos muchos años juntos. Nos divorciamos de la manera más tonta, y siempre nos quisimos. Él nació para crear», explicó.

En la parte más institucional, el alcalde, Enric Pla, recibió al presidente de Les Corts Valencianes, Enric Morera; al director del Institut Valencià de Cultura, Abel Guarinos; y a la directora adjunta de Música y Cultura Popular, Marga Landete; además del director territorial de Cultura, Robert Roig; el diputado Juan Bautista Juan, así como el rector de la UJI, Vicent Climent, y el presidente de Acció Cultural, Eliseu Climent, además de concejales vinarocenses, entre otras personalidades que rindieron honores.

Morera recordó al pianista como «un valenciano universal que desgraciadamente no ha tenido todos los reconocimientos, pero ha sido clave en el panorama cultural valenciano». La vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, expresó el reconocimiento de la Generalitat a la «trayectoria y personalidad» de «una figura única e irrepetible».