Es “una cuestión de dignidad”. La Unió de Llauradors i Ramaders de Castelló se suma a Asaja y ha anunciado que denunciará a las empresas de distribución que vendan cualquiera de los productos agrícolas o ganaderos por debajo de los costes de producción, una situación que ya han materializado en el caso de las clemenules y que “la semana que viene” extenderán al sector avícola, en el que Castellón es un líder nacional con 34 millones/año de pollos producidos, si bien ya están analizando otros productos agroalimentarios: “El aceite será el próximo”, vaticinan.

El anuncio lo realizó ayer el secretario general de la Unió, Ramón Mampel, en el transcurso de un encuentro con los medios de comunicación con motivo de la Navidad, en el que estuvo acompañado por el delegado en Castellón, Vicent Goterris, entre otros.

Según denuncia, tras estudiar los precios de venta al público de los supermercados, las enseñas venden el kilo de pollo “a una media de 53 céntimos de euro por debajo del coste de puesta del producto a la venta que estipula el propio Ministerio de Agricultura, situado en 2,72 euros el kilo, es decir, el 19,60% menos”.

“La política de precios de venta agresiva de los supermercados obliga a que las empresas integradoras suministren el pollo a un menor precio y, estas, como consecuencia, deben realizar ajustes que recaen sobre el ganadero”, 267 familias de Castellón, si bien hay muchos más profesionales que dependen indirectamente de estas explotaciones. Ante estas prácticas “abusivas”, la Unió denunciará esta política comercial a la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA), y reclaman “un contrato de integración que evite que las negociaciones de las empresas integradoras con los supermercados tengan consecuencias sobre los ganaderos”, que al final “no están percibiendo ni el salario mínimo interprofesional”, poniendo en riesgo la viabilidad del sector. H