La Unió de Llauradors alertó ayer, como ya había hecho este diario, de la expansión en la Península Ibérica del insecto vector que propaga la enfermedad del Huanglongbing (HLB), dragón amarillo o Greening en los cítricos, que se encuentra ya en las plantaciones de naranja próximas a Lisboa.

Y es que, como informó el diario Mediterráneo, la Trioza erytreae ha sido hallada 220 kilómetros más al sur del último foco conocido en julio, próximo a Oporto, y se ha desplazado hacia la zona de influencia de Lisboa. Según la Unió, la presencia del insecto ha sido confirmada en una de las primeras plantaciones citrícolas comerciales portuguesas de la zona del Valle del Tajo, con más de 1.500 hectáreas, fundamentalmente de naranjas.

De esta manera, el psílido africano ha dejado de localizarse solo en jardines o propiedades particulares, como hasta ahora, y se encuentra en una zona productora. Además, esta ubicación «deja el foco más cercano a escasos 190 kilómetros» de las primeras plantaciones españolas de cítricos, las de Huelva, «y a solo 170» de la principal zona productora de Portugal, el Algarve.

La situación es así, en opinión de la organización agraria, «tan crítica» en Portugal que las autoridades ya han regulado las condiciones en las que sus viveros de cítricos tendrán que operar para ser considerados como libres de este insecto y, por tanto, no sufrir las restricciones de movilidad que se han impuesto para poder frenar su expansión.

seis nuevos focos // De esta manera, antes del próximo verano, el insecto se expandía sin interrupción por todo el litoral atlántico desde Galicia hasta la mencionada zona de influencia de Oporto, y entre septiembre y noviembre se detectaron hasta seis nuevos focos. Las nuevas localizaciones superan la capacidad de vuelo o de propagación por el viento del insecto, por lo que la contaminación se puede haber producido como consecuencia del traslado de material vegetal infectado, señalan las fuentes de la organización agraria.

Desde la Unión recuerdan además que en algunas potencias citrícolas mundiales, como es el caso de Estados Unidos, México o Brasil, el Greening o HLB ha causado ya pérdidas que son millonarias e incluso amenaza la propia subsistencia del sector, pues no tiene cura conocida.