El Ayuntamiento de la ciudad de Castellón destina en torno a 250.000 euros cada año a hacer frente a los actos vandálicos que se registran en la ciudad. En general, se trata de actuaciones de reposición de papeleras, reparación de farolas y de todo tipo de elementos del mobiliario urbano, así como juegos infantiles. En el coste se incluye la limpieza de las pintadas en los espacios públicos y en el patrimonio municipal.

El concejal de Ordenación del Territorio de la ciudad, Rafa Simó, explica que los actos vandálicos se producen con un ritmo similar en las distintas áreas de la capital, e informa de que «se está produciendo un repunte en los daños a bicicletas y bancadas de la red pública de Bicicas».

BÚSQUEDA DE SOLUCIONES

En este aspecto concreto pide a los usuarios que «se aseguren de dejar bien colocadas las bicicletas en las diversas bancadas» con el fin de poder evitar malos entendidos sobre la autoría de los desperfectos, así como indica que están «estudiando el problema para ver cómo se puede solucionar».

En general, Rafa Simó pone de manifiesto que el SMS, una aplicación del sistema de mantenimiento de la ciudad, «ha servido para agilizar la detección de los daños y, por tanto, también en la solución del problema».

Según el concejal de Ordenación del Territorio de Castellón, los inspectores que recorren la ciudad para detectar daños en el mobiliario urbano y los edificios o bienes públicos, que en ocasiones se deben al deterioro por un uso normal, cuentan con una herramienta que les permite enviar fotografías a los responsables para que se ordene la reparación con la mayor celeridad posible.

Rafa Simó relata, además, que la estatua de Perot de Granyana, situada en la avenida de Lidón de la ciudad, ha sido objeto de atención de los vándalos recientemente, ya que los bueyes de la emblemática escultura aparecieron cubiertos de una pintura de color que ya se ha retirado.