Una sentencia firme del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana prohíbe a las tascas de Castellón vender alcohol en las calles Barracas e Isaac Peral desde las 22.00 hasta las 7.00 horas, a partir de abril, dando la razón a la asociación Castelló Sense Soroll, que emprendió una batalla legal hace casi una década para combatir el ruido y las molestias que los locales causaban en la zona. El fallo desestima el recurso de apelación interpuesto por el Ayuntamiento de Castellón y le obliga a acatar la sentencia del TSJCV, de febrero del 2014, debiendo velar por el cumplimiento de la misma, «sin que proceda a este tribunal declarar sobre las medidas concretas a adoptar», recoge la sentencia.

Quienes acudan a las tascas a partir de abril, no podrán consumir alcohol en la calle a partir de las diez de la noche, pero sí podrán hacerlo en los espacios expresamente autorizados --en los veladores--, en las terrazas y en el interior de los locales. Y es que dentro de los establecimientos se podrá vender alcohol hasta el horario autorizado, dependiendo de las licencias de las tascas.

PROPIETARIOS // La noticia ha caído como un jarro de agua fría entre los propietarios de los bares, que auguran pérdidas por atacar directamente esta medida a sus negocios y barajan emprender acciones, como una recogida de firmas o una movilización contra un fallo por el que pierden «todos». Así lo explica José Romero, el propietario del grupo La Guindilla, reconociendo que están «tristes y fastidiados, porque las tascas son de todos los castellonenses, son un lugar emblemático del ocio en la ciudad, donde se reúne gente para pasarlo bien y dialogar». «No están en la calle hasta altas horas de la madrugada».

«Siempre hemos tenido la esperanza de que esto no pasara, pero ahora vamos a tener que cambiar los hábitos de tasquear, ya que a partir de las 22.00 horas solo se podrá beber en los veladores y la gente que lo haga en la calle se expone a denuncias y a que los metan en el interior del local». «Fastidian a todo Castellón».