Vientos de más de 100 kilómetros por hora derribaron ayer árboles y mobiliario en la provincia de Castellón. Las mayores rachas fueron los 109 km/h registrados en Catí, 107 en el aeropuerto de Castellón y 97 en Fredes. Una situación que obligó a la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) a activar la alerta naranja en el interior norte y la amarilla en el interior sur. Los bomberos actuaron en la capital por 12 incidentes relacionados con el viento. Retiraron un poste de telefonía caído en el Tossal Gros, una palmera en la avenida Capuchinos y una valla publicitaria en Hermanos Bou. Por su parte, los efectivos del Consorcio Provincial de Bomberos tuvieron que retirar árboles caídos sobre la calzada en Benassal, Sant Joan de Moró, Cabanes, Benicàssim y Benafigos, donde dos pinos afectaban a la CV-169. También en Burriana se precipitó un árbol, arrastrando consigo cableado. Informa Javier Martí. En Orpesa tuvieron que sanear una fachada, además de retirar unas placas solares arrancadas en una vivienda de Vall d’Alba.

De otra parte, las 10 primeras noches del 2017 suponen el inicio de año más frío en Castellón ciudad, en cuanto a temperaturas mínimas, desde el 2009, según los datos de Aemet. Las mínimas han oscilado entre los 4,4SDgr del 8 de enero y los 6,3 del día 10. «Es la típica situación asociada con la estabilidad y el anticiclón invernal, que ha predominado desde principio de año y que se rompió ayer, con la entrada de viento de noroeste», indicó José Ángel Núñez, jefe de Climatología de la Aemet, que también atribuyó esta situación a que son las noches más largas del año. Ambos factores favorecen el enfriamiento del aire por irradiación, mientras que a mediodía, con cielo despejado, en zonas fuera de nieblas, en la costa se superan los 15SDgr. En el conjunto de la Comunitat, la temperatura media en estos primeros días ha sido 0,3 grados inferior a la habitual, lo que supone el inicio más frío desde el 2010. Mientras que los 10 primeros días han tenido máximas próximas a lo normal, las mínimas han sido frías, aunque en los observatorios de Alicante y Castellón la anomalía de la mínima no es tan acusada como el caso de Valencia.

Ayer se alcanzaron los -4,5SDgr en Vistabella. Unas temperaturas que han propiciado que el pico del Penyagolosa amaneciera con un centímetro de nieve, debido a que el frío ha hecho que se mantuviera el manto blanco fruto de la última nevada que se produjo antes de Navidad. La capital castellonense y Vinaròs alcanzaron las máximas más elevadas de la provincia, de 18 grados.