Aunque Vila-real tiene la mirada puesta en la promoción del turismo religioso, apartado que lidera en la Comunitat Valenciana, en el ámbito deportivo destaca por ser una de las ciudades con más campos de fútbol por habitante de toda Europa.

Los múltiples recintos deportivos acogen todo tipo de competiciones de ámbito nacional e internacional, que atraen cada año a miles de personas para la práctica de diferentes disciplinas. Destaca el Centre Esportiu Municipal, el Centro de Tecnificación Deportiva, la piscina municipal y el carril de running, que sale del centro urbano (calle Ermita) y llega hasta el Termet.

Vila-real también es naturaleza, y ofrece la posibilidad de disfrutar ampliamente de ella. De hecho, cuenta con el paraje protegido del Millars, que permite caminar o realizar alguna práctica deportiva por la interesante ruta botánica que se extiende por el margen del río, con una gran riqueza natural y edificaciones que forman parte del patrimonio histórico local, como son los molinos de la Ermita y Bisbal o el puente de Santa Quiteria, con basamento de la época romana, declarado Bien de Interés Cultural (BIC).