Los vuelos que la aerolínea rumana Blue-Air comenzará a operar en el Aeropuerto de Castellón con Bucarest a partir del 1 de junio obligarán a modificar la operativa del recinto. Y es que este servicio --que se llevará a cabo en miércoles y domingo hasta el 26 de octubre del 2016--, coincide, casi exactamente, con las conexiones que Ryanair llevará a cabo en esas fechas entre Castellón y Brístol.

Los vuelos de ambas compañías aterrizan en hora similar (a las 9.40 el de Blue-Air y a las 9.45 el de Ryanair) y despegan también en una franja muy cercana (a las 10.30 y a las 10.15, respectivamente). Por ello, y para facilitar la labor de sus empleados, desde la gestora del recinto SNC-Lavalin van a plantear a la aerolínea rumana (dado que el acuerdo todavía no está firmado --se prevé mañana--) alguna modificación.

Tratarán así de “cambiar las horas de llegada y salida” o bien ampliar el tiempo que el avión de Blue-Air debe permanecer en la plataforma de estacionamiento, señala el director del aeropuerto, Alain Russel, a este diario.

De esta forma, tanto los empleados de SNC-Lavalin como los de las empresas subcontratadas (Lesma, la encargada de handling, debe repartir el equipaje de quienes llegan, facturar las maletas de los viajeros que parten y limpiar los aviones a la vez) tendrán más fácil realizar su labor.

En caso contrario, se verán obligados a contratar a más personal para atender ambas conexiones, manifiesta Russel. Por ello, el director del aeropuerto señala que “tenemos que hablar” con Blue-Air. Y en la aerolínea no descartan que los horarios puedan variar. Aunque son “los que autoriza el aeropuerto”, indican, “a lo mejor se modifican un poco más tarde o más temprano”.

Además, el aterrizaje con solo 5 minutos de diferencia plantea dificultades, en caso de que no se produzca en sentido norte-sur. Y es que, si el avión toma tierra al revés debe llegar al final de la pista y dar la vuelta, lo que la mantiene ocupada más tiempo. H