El presidente de la Generalitat valenciana, Ximo Puig, defendió ayer en Vila-real el nuevo decreto de plurilingüismo y afeó al PP sus críticas, al asegurar que «parece que el PP está contento» con la situación actual de la educación en la Comunitat, pero, dijo, «nosotros no», en referencia al Consell, porque no se da «el grado óptimo de enseñanza de idiomas». Respondió así a reacciones como las de la lideresa del PPCV, que tachó de «chantaje» la nueva normativa y que, como informó Mediterráneo, ha presentado esta semana sendas iniciativas en el Congreso en Madrid y en Les Corts en contra del decreto, así como han elevado una queja ante el Defensor del Pueblo.

Frente a este punto de vista, Puig aseguró ayer en Vila-real que «no se discriminada a nadie, porque los centros tienen capacidad de decisión para mantener la situación que tienen ahora, o bien cambiarla por otra dirigida a adaptarse a una situación de educación de calidad». El presidente del Consell insistió en criticar la postura mostrada por los representantes populares, al mismo tiempo que puso de manifiesto la necesidad de impulsar cambios en los modelos vigentes en este momento, tarea para la que defendió las propuestas de la Conselleria de Educación.

En este sentido, Ximo Puig valoró que considera que la situación está «mejorando», pero que todavía «queda mucho» por hacer. Añadió que

«este año hay casi 3.000 nuevos profesores, y ellos tienen un papel fundamental para avanzar en la capacitación de nuestros niños y niñas, al contar con buenos recursos humanos en la escuela».

herramienta para mejorar // Como una de las herramientas para conseguir que «las cosas mejoren», defendió que la administración autonómica «busca un modelo que no segregue a los alumnos por razones económicas, ni de origen y que, al mismo tiempo, sea inclusivo y también capacite para que cuando acaben la Enseñanza Secundaria Obligatoria (ESO), los niños y niñas sepan valenciano, castellano e inglés», un nivel que, reiteró, no se ha alcanzado todavía.

El decreto de plurilingüismo aprobado el pasado 27 de enero, da un margen de tiempo de cinco semanas en total a los colegios, hasta el día 15 de marzo, para que se decanten por una de las seis opciones que plantea para que adapten sus planes en materia de idiomas. Además, esa elección no tiene una repercusión indefinida, ya que la norma de la Generalitat valenciana permitirá a los centros realizar una revisión de sus proyectos lingüísticos cada cuatro cursos, según se regula en la resolución concebida por la Conselleria de Educación que dirige Vicent Marzà.