A las puertas de que el nuevo Gobierno valenciano eche a rodar, los escollos entre el PSPV-PSOE y Compromís siguen sin resolverse. Hoy toma posesión como president Ximo Puig sin conocer los miembros de su Consell. Los motivos de esta situación no son otros que el nombre del futuro jefe de la Conselleria de Educación. Los dos socios de gobierno quieren nombrar al titular del ramo y a las presiones de los últimos días por parte de Compromís ayer se añadió otra más: el Bloc (el grueso de la formación) advirtió a la coalición que no le avalará en este proceso si no son ellos los que tutelen Educación.

A día de hoy, y como viene repitiendo Puig esta semana, los socialistas no dan por perdida esta Conselleria y siguen trabajando para ser ellos quienes la ostenten. Pese a que los de Mònica Oltra apuran sus fuerzas para retenerla, todo sigue abierto, según apunta el entorno del president.

La líder de Compromís reconoció ayer que el proceso de negociaciones y acuerdos “todavía no está cerrado porque es complejo”, y aunque en la coalición hay quien ha propuesto en voz alta a consellers, pidió respeto “porque se citan nombres que dificultan la negociación y se compromete a gente que ni sabe que están barajando su nombre. La discreción es buena compañera”.

El jueves, Compromís lanzó un órdago al declarar una de sus voces más autorizadas, Enric Morera, que iban a proponer a Gràcia Jiménez como consellera de Educación, dando de este modo por hecho que contaban con asumir el área. El nacionalista incluso dio detalle a los periodistas de las razones por las que consideraban que esta defensora de Escola Valenciana era el mejor perfil para el puesto. Ante esta primera embestida, los socialistas aclararon que no había que dar por hecho nada y que ellos seguían apostando también por la cartera.

Ayer fue el turno del Bloc. Su Consell Nacional, máximo órgano entre congresos, aprobó una resolución para no votar a favor del sí de la ejecutiva de Compromís, que ha decidir las designaciones de personas para un futuro gobierno si la coalición no tiene la iniciativa para nombrar la cartera de Educación y Cultura. En un comunicado, el Bloc detalló que el nombramiento de la cartera deberá ser con el consenso del PSPV, como se había acordado, una cuestión que en ningún caso puede suponer el veto o rechazo a personas presentadas por entidades de la sociedad civil manifestada en la última reunión. Según los nacionalistas, con este voto contrario, el acuerdo no conseguiría el apoyo que marca el protocolo de la coalición.

Así pues, el escenario se vuelve a repetir y desde Compromís intentan marcar la pauta en este proceso de negociaciones para determinar cómo se conformará el próximo Ejecutivo valenciano. Ya sucedió cuando el calendario orgánico de la coalición obligó a modificar los tiempos previstos por los socialistas para la toma de posesión del president. Compromís sí que ha seguido con su hoja marcada, y prueba de ello es el Consell General celebrado en la mañana de ayer para valorar, precisamente, los acuerdos con el PSPV-PSOE (esta cita es la que ha obligado a trasladar a hoy domingo el pleno en Les Corts).

REPERCUSIONES // El bloqueo en la cartera de Educación tiene paralizada a su vez la de Sanidad. El resto de áreas están distribuidas desde el principio. Mientras que los socialistas no han querido filtrar ninguna de sus propuestas para consellers, los de Oltra sí que han hablado de nombres como el de Rafael Climent, quien podría presidir Economía, un puesto para el que sonaba Pere Mayor, quien finalmente podría ser mano derecha de Climent. Manuel Alcaraz estaría al frente de Transparencia y de Medio Ambiente podría ocuparse María Dolores Raigón o bien Graciela Ferrer. H