El exministro y expresident del Consell Eduardo Zaplana no logró ayer eludir una segunda noche bajo custodia policial, al rechazar la Fiscalía la petición de su defensa de que le pusieran en libertad a causa de su enfermedad. Entre las razones, la información en manos de la Unidad Central Operativa (UCO) por la que el expolítico del PP habría llevado el pasado fin de semana una vida normal, hasta el punto de que acudió a ver un partido de fútbol.

La enfermedad que padece no sirvió, por tanto, para obtener la libertad, en una jornada en la que, a la espera de que los arrestados pasen hoy jueves a disposición judicial, se centró en el despacho que el exministro del Gobierno de Aznar tenía en Telefónica.

Antes de abandonar la Comunitat el exministro tuvo que ser conducido por agentes de la Guardia Civil al hospital Peset de València donde fue tratado en Urgencias por un proceso de tos y fiebre, a lo que se sumaba el lógico estrés de la situación.

Después de asistir a un intenso registro de su oficina en la Gran Vía de Madrid, Zaplana fue trasladado de la comandancia de la Guardia Civil en Tres Cantos para pasar la noche y está previsto que hoy pase ya junto al resto de detenidos a disposición del Juzgado de Instrucción número 8 de València, encargado del caso.

La petición de los abogados de Zaplana se fundamentó en su estado de salud, pues en el 2015 se le diagnosticó una leucemia y, tras someterse a un trasplante de médula, recibe tratamiento en el Hospital de la Fe de València, aunque la Fiscalía decidió oponerse debido a que el martes fue examinado y no se encontró ninguna causa que impidiera su retención y su presencia en los registros, de los que la UCO realizó en torno a una veintena, entre ellos, en el Ayuntamiento alicantino de Villajoyosa en busca de documentación urbanística.

Zaplana fue detenido a primera hora del martes y desde entonces ha estado custodiado por la Guardia Civil. Estuvo presente en los registros de sus domicilios y de su oficina y pasó la noche del martes al miércoles en la Comandancia de la Guardia Civil en València, donde le visitó su mujer Rosa Barceló, también imputada mientras que anoche lo hizo en la de Tres Cantos, en Madrid.

Por la tarde, agentes de la UCO se dirigieron hasta las oficinas de Telefónica de la Gran Vía madrileña, donde permanecieron durante algo más de dos horas --allí trabajaba hasta el pasado martes en su área de Asuntos Públicos--.

diversos delitos // El exministro fue arrestado en el marco de la operación Erial por supuestos delitos de cohecho, malversación, prevaricación y blanqueo junto a otras seis personas, entre ellas dos sobrinos de Juan Cotino, exdirector general de la Policía, exvicepresidente del Consell de la Generalitat y expresidente también de Les Corts Valencianes.

La investigación se centra en adjudicaciones «sospechosas» del Consell en la época en la que Eduardo Zaplana estaba al frente, entre los años 1995 y 2002, por las que un grupo de empresarios podría haber pagado en torno a diez millones de euros.