La carroza de la comisión de la falla Societat Club 53 se alzó ayer con el primer premio de la Batalla de Flors de Burriana. Fue en un acto que puso el punto y final a las fiestas patronales de la Misericòrdia. La creación ganadora fue muy colorista y giró alrededor de la fantasía, con la representación de cuatro gatos con distintas tonalidades: gris, azul, crema y verde. El segundo premio fue para la carroza de la comisión de Barri València, la vencedora en los últimos dos años de este evento.

A pesar de la amenaza de lluvia, las calles del centro, en la zona del Pla, se llenaron de niños y mayores dispuestos a pasar una divertida tarde con la guerra de confeti. Unos 10.000 kilos de pequeños papeles de colores se lanzaron entre las falleras y el público. Es el colofón con tintes josefinos a una intensa agenda marcada por los percances en las exhibiciones taurinas.

Vecinos y visitantes disfrutaron de lo lindo lanzando papelitos, aunque para ello tuvieron que aguardar hasta la segunda vuelta de las carrozas, ya que la primera se reserva a mostrar las elaboraciones. Así, se pudo admirar el trabajo que a lo largo del verano han realizado las comisiones, al crear estructuras y figuras espectaculares y luego vestirlas con miles de papeles de seda que son los encargados de darle esponjosidad y vistosidad a todo el conjunto. Cientos de horas de labor cuya recompensa es el disfrute de las representantes falleras, pero también de los asistentes, que no faltan a esta cita.

valoración // La concejala de Fiestas, Luïsa Monferrer, en una primera valoración de los festejos, explicó que «hemos vuelto a cerrar la semana con el tinte y la alegría de la popular batalla». En cuanto a la participación en las diferentes actividades organizadas, la edila resaltó «la buena colaboración vecinal en las iniciativas programadas». En este sentido, mostró su preocupación «por la evolución de los heridos a quienes deseamos una pronta, y a la vez, buena recuperación».

La pirotécnica Martí fue la encargada de disparar el castillo de fuegos artificiales que marcó el final de las fiestas patronales.