Si algo comparten todas las jóvenes que toman la decisión de ser reinas de las fiestas de su población es la emoción de asumir tal responsabilidad, pero pocas pueden decir que iniciaran esta etapa tan singular de sus vidas con una carga sentimental como la que rodeó la presentación de Meritxell Aragonés, la flamante reina de las fiestas patronales de la Sagrada Familia y el Santísimo Cristo de la Vall d’Uixó.

Esta joven estudiante de tercero de Farmacia reconoce que aunque su familia siempre ha estado vinculada con estas celebraciones, ella nunca ha sido dama y, por lo tanto, su implicación con la comisión de fiestas se estrena este año. Y lo ha hecho por todo lo alto, porque le tenían reservada una sorpresa que difícilmente podrá olvidar. Su padre, Sergio Aragonés, fue el mantenedor del acto de presentación, aunque fue una noticia que nadie conoció hasta que subió al escenario.

Meritxell recuerda con cariño que cuando empezaron a leer su currículum y dijeron que su primer trabajo fue en Azuébar, le miró y él le sonrió. Pocos segundos después los cientos de asistentes al acto compartieron su sorpresa. Difícilmente una hija podría decir lo contrario y menos en semejantes circunstancias, pero la reina de la Sagrada Familia afirmó sin dudar que «la verdad es que lo hizo muy bien».

TRADICIÓN // Lo que Sergio Aragonés también ha hecho muy bien ha sido transmitir a su hija el respeto por las tradiciones. Tanto es así, que Meritxell asegura que en los próximos cuatro días se concentran los actos festivos que espera con más ilusión: el bou de Sant Josep, con el que se inaugurará el programa taurino, y las celebraciones del triduo religioso, la Trasladación, la Sagrada Familia y el Santísimo Cristo.

Especial mención merecen, desde su punto de vista, las citas con los patronos, tanto los actos que se sucederán el día de la Sagrada Familia, con la romería a la ermita, o «la entrada del Cristo en la Iglesia mientras se canta la saeta». Meritxell ha sido música en la banda, por lo que ese momento será especial.