En Morella los años se cuentan de seis en seis, esperando entre ellos las fiestas más esperadas: el Sexenni, que se celebrará entre el 18 y el 27 de agosto. La espera sexenal se verá rubricada con nueve días de fiesta, en los que las calles de la localidad se abarrotarán con 150.000 visitantes, según las estimaciones previas.

Para acoger a esta masa humana que multiplicará de forma espectacular la población de la capital de Els Ports, el Ayuntamiento ha preparado un plan especial de tráfico y seguridad. Además, y siguiendo la tónica de las últimas ediciones, el consistorio ha habilitado un servicio de autobuses de línea que aproximará a los visitantes desde las zonas de aparcamiento hasta la entrada a la ciudad amurallada. Para gestionar todo el dispositivo de tráfico se desplegarán más de 150 efectivos que trabajarán coordinados entre Guardia Civil, Policía Local y operarios municipales.

Por otro lado, el consistorio ha trabajado en las últimas semanas para concluir la ampliación de varias zonas de aparcamiento que permitirán aumentar la capacidad de vehículos en las zonas más próximas a la localidad.

Como novedad, este año los morellanos transitarán en su peregrinaje a Vallivana por una ruta más segura. Desde el consistorio y en coordinación con la administración del Santuario de Vallivana, se ha diseñado una ruta para completar la rogativa evitando la nacional. El nuevo trazado completa los más de 20 kilómetros que separan la localidad del templo por caminos y sendas y no discurre por la N-232.

Reunión del consejo

Para ultimar todos los preparativos, esta última semana se reunió por última vez el Consejo del 54 Sexenni. En el encuentro, en el que estuvieron presentes miembros de la corporación y representantes de los gremios organizadores, se repasaron los aspectos del programa de actos y se cerraron los detalles para que esté todo listo en los días más señalados. «Hemos realizado un gran trabajo para coordinar todo lo que conlleva esta fiesta tan importante y especial para todos; ahora queda el último empujón», subrayaba Ripollés.

La Rogativa ha sido uno de los puntos más importantes, ya que la nueva senda a Vallivana es un tramo nuevo de este año que evita así la carretera desde el Puente de la Bota hasta el santuario. Esta senda también sirve para facilitar los trabajos de mantenimiento y emergencias del monte de Vallivana.

El cumplimiento de la promesa que hicieron en 1673 a la Mare de Déu de Vallivana llega a la 54 edición.

Y la localidad se vuelca en los preparativos, como los ensayos de las danzas gremiales que procesionan cada día en los conocidos retaules.