El CD Castellón fue a fichar a William Domingues a Brasil, la mejor prueba de que con el equipo ya prácticamente cerrado para el arranque de la temporada, a escasos días de la primera jornada, de que se trataba de un futbolista referencial. No obstante, una primera lesión de clavícula (en el encuenttro maldito de la primera vuelta frente al Almazora), de la que se recuperó antes de tiempo gracias al tratamiento del doctor Eduardo Delgado -aún así, se perdió sobre los dos meses y medio-, le frenó. Fue disponiendo de minutos hasta que el 24 de febrero, con el cuarto de hora final que le dio Sergi Escobar. Desde entonces, nada. ¿Por qué?

Williams rompe su silencio para Mediterráneo. «La gente debe saber que no he jugado porque he estado lesionado», afirma sobre este mes y medio fuera de las convocatorias. El brasileño explica que arrastra una dolencia en el cartílago de la rodilla derecha que, incluso, ha provocado que haya estado encima de la mesa la posibilidad de una intervención quirúrgica, algo similar -aunque no tan grave- como el trance por el que ha pasado Luismi Ruiz. Así relata su viacrucis: «Empecé con las molestias después del partido contra el Almazora. Se me inflamaba la rodilla y me afectaba el hueso, tenía la rodilla bloqueada. Continué entrenando, pero iba empeorando», añade.

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Y llegamos al derbi ante el Villarreal C, cuando arreciaron las críticas sobre su rendimiento en aquel polémico desenlace. «No debí jugar ese partido. Faltó comunicación, porque aquel no fue William», señala sobre su estado. Después llegó una reunión «con la comisión técnica», con el objetivo de evaluar su estado... y su futuro inminente: «Seguí un tratamiento con infiltraciones, pero estuve a punto de operarme, aunque lo hablamos y fui mejorando».

El brasileño confirma que ya está en buenas condiciones y que también ha mantenido una conversación con Escobar. «Ahora ya estoy a su disposición. Si sigo entrenando como ahora, me ha dicho que podré jugar en alguno de los tres encuentros consecutivos que tenemos ahora», indica. Un concurso necesario, máxime cuando gente de ataque, como Juanjo Gracia, Iván Sales o Cristian Herrera, no están al 100%. ¿Será la novedad con mayúsculas en la citación ante el Novelda?

POBRES NÚMEROS // Desde luego, los 752 minutos, repartidos en 17 encuentros (apenas siete titularidades y solo uno completo), no son para tirar cohetes. Tampoco su aportación ofensiva, ni con goles (dos, ambos de penalti, en Borriol y Almassora), huérfano todavía de asistencias. Muy lejos de las prestaciones que se le requerían, sobre todo en una demarcación como la suya.

«He pasado unas semanas muy jodido», no duda en admitir. «He leído y he escuchado cosas que no me han gustado», refrenda. «¿Cuáles? Que dejaran mi ficha libre para que el club pudiera fichar a alguien que no fuera sub-23», subraya el mediapunta ante de enviar un mensaje a la afición. «Le pido que tenga un poco más de paciencia conmigo. Voy a aportar competencia y seguro que daré alegrías en lo que resta de temporada», sostiene Williams, aferrándose al reflejo de ese futbolista que cuando se enfrentó al Castellón, en el Alzira o el Acero, siempre destacaba.

Escobar, que ha repartido los minutos como prometió a su llegada, ha contado con todos. Solo falta para meter, en esa dinámica de grupo, a Williams y a Albert Pedra, cuya lesión sufrida en diciembre, en el último partido del 2017 (una rotura fibrilar que se fue complicando), le ha impedido jugar un partido más desde entonces. Futbolistas necesarios para el arreón final por el liderato, máxime cuando la plantilla del Castellón no es extensa.